Ciudad de Buenos Aires,
Brenda Rodríguez
Crédito foto: Gobierno de Argentina
Una nueva línea de créditos ajustados al valor del novillo fue lanzada para impulsar el crecimiento del stock bovino en Argentina. La medida se presentó en la Exposición Rural de Palermo y apunta a facilitar el acceso a reproductoras, alimentación y capital operativo para productores de carne.
El anuncio se realizó el 21 de julio con presencia del presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Maximiliano Voss, y del secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta. Ambos funcionarios estuvieron acompañados por otras autoridades nacionales durante el acto oficial en el Pabellón Provincias Argentinas.
La línea de financiamiento está destinada a micro, pequeñas y medianas empresas ganaderas, con el propósito de consolidar la base genética y ampliar la capacidad reproductiva. Se contempla la compra de vaquillonas a servir o preñadas por hasta el 30% del stock declarado, y la retención de terneras con destino a futuras madres hasta un 20%.
Además, los préstamos cubren capital de trabajo asociado, equivalente a un 20% adicional, que puede destinarse a la implantación de pasturas, fertilización o tecnologías de forraje como ensilado y picado de maíz. Estas acciones buscan garantizar una mejora sostenida en la productividad del rodeo.
Una característica central de la línea es que las cuotas se establecen en kilos de novillo, aunque se cancelan en pesos, según el Índice Novillo del Mercado Agroganadero (INMAG) de la semana previa al vencimiento. El esquema busca brindar previsibilidad a los productores frente a las variaciones del mercado.
El crédito se otorga en UVA con una tasa anual del 8% y permite un monto máximo de hasta $800 millones por empresa. El plazo puede extenderse hasta 84 meses si el valor del kilo INMAG baja, aunque la cantidad mensual de kilos a pagar se mantiene constante. En caso contrario, el préstamo puede cancelarse en menor tiempo si el precio sube.
Para la línea de capital de trabajo, el plazo de devolución es de hasta 36 meses, con posibilidad de ampliación hasta 48 meses. También se admite un período de gracia de hasta seis meses para facilitar la planificación productiva.
Entre los requisitos, los solicitantes deben ser MiPyMEs dedicadas a la cría, ciclo completo o cabañas de ganado para carne, con al menos cinco años de actividad comprobada mediante registros del SENASA, ARCA u otra documentación contable oficial. También deben contar con inscripción vigente en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA).
Las personas humanas deberán presentar garantías de una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) o de un Fondo de Garantía aprobado por el BICE. Estas condiciones fueron fijadas para asegurar la solvencia y trazabilidad de los proyectos financiados.
Esta herramienta financiera forma parte de una política más amplia que eliminó normas consideradas restrictivas para el sector ganadero. Entre ellas se encuentra el fin de los precios máximos, el peso mínimo de faena y la prohibición de exportar siete cortes vacunos. También se derogaron 28 normativas aplicadas a la cadena cárnica y se eliminó el Registro Único de la Cadena Agroindustrial (RUCA).