Buenos Aires,
Francisco Vicario
Crédito foto: CONICET
Investigadores trabajan en la biofortificación con selenio, buscan mejorar el valor nutricional de alimentos mediante técnicas que no modifican la genética de las plantas. Selenio es un micronutriente esencial para el sistema inmunológico, demostrando reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Fernando Muñoz, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) aplicó sus estudios a cultivos como el brócoli y los hongos comestibles, logrando enriquecerlos con selenio sin alterar genéticamente las plantas.
El proyecto Se4All, en el cual Muñoz es uno de los responsables, tiene como objetivo biofortificar alfalfa con selenio orgánico para que, al ser consumida por vacas, el selenio se transfiera a los productos lácteos derivados. Esta iniciativa, financiada por la Comunidad Europea a través del programa Horizonte 2020, involucra a un consorcio público-privado con instituciones de Argentina, Italia, España e Irlanda. La expectativa es producir leche, quesos y yogures más saludables, enriquecidos con selenio.
Se4All incluye ensayos tanto en laboratorio como en campos experimentales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). El proyecto permitio enriquecer con selenio productos lácteos a escala real. Además, estas muestras fueron analizadas en laboratorios europeos utilizando avanzadas tecnologías como el Sincrotrón ALBA en Barcelona, donde se verificó la acumulación de selenio orgánico en la alfalfa y en los lácteos obtenidos.
De acuerdo al CONICET, la labor de Fernando Muñoz ha sido reconocida a nivel mundial, siendo invitado en 2023 a disertar sobre sus avances en la 7ª Conferencia Internacional sobre Selenio en Tailandia. Además, participó en la instauración del Día Internacional de los Amigos del Selenio, promovido por China y Tailandia, lo que consolidó el reconocimiento de su trabajo en este campo.