Bogotá,
Axel Olivares
Crédito foto: Andrea Puentes - Presidencia
Gustavo Petro fue entrevistado por el diario francés Le Monde. Durante la entrevista, el presidente colombiano trató diferentes temas, desde los conflictos internos hasta la crisis en Venezuela.
Entre los logros más satisfactorios que ha tenido en los últimos dos años, Petro aseguró: "sin duda, la reducción de la pobreza". En esta misma línea, el mandatario sostuvo que "después de un fuerte aumento debido a la crisis de Covid-19, nuestras políticas han permitido sacar a 1,6 millones de personas de la pobreza en 2023, en comparación con 2022, lo que representa un 10% menos de pobreza".
Con respecto al Acuerdo de Paz, Petro indicó que hay poca voluntad política para impulsar, particularmente, la reforma agraria que es parte del Acuerdo. "Tanto el Congreso como el poder judicial nos impiden legalmente democratizar la tierra y nos impiden, como se hace en todo el mundo, por ejemplo, para construir una carretera, realizar expropiaciones a cambio de indemnizaciones". En efecto, "todas las tierras que hemos entregado a los campesinos las hemos comprado", afirmó el Presidente.
Al ser consultado por la crisis en Venezuela, el presidente reafirmó la postura que Colombia tomó junto a Brasil y México de solicitar un proceso electoral transparente, pero sin condenar el ascenso de Nicolás Maduro. "Estamos en contacto permanente con todos los sectores de Venezuela para garantizar lo mejor para el futuro de los venezolanos, y confiamos en que todos los actores políticos respetarán la decisión final del pueblo", aseguró Petro.
En cuanto a los problemas que Colombia enfrenta en materia de narcotráfico, Petro afirmó que "ya no se trata solo de un problema colombiano, sino mundial. La prohibición de la cocaína en el mundo tiene efectos devastadores en América del Sur. Un millón de latinoamericanos han muerto en la guerra contra el narcotráfico, la mayoría en Colombia. Ahora, las mafias crecen en Europa, con un poder desestabilizador y violento que apenas comienza".
Además, abogó por un consumo de drogas regulado a través de una política de prevención fuerte la cual aseguró que sería más económico que una "guerra mortal en nuestro continente". Al hacer énfasis en la globalidad del problema, Petro aseguró que "la cocaína ya no se fabrica en Colombia, se fabrica en España, en Bélgica, en Francia. Las cadenas clandestinas de comercialización podrán destruir los poderes locales allí, corrompiéndolos, como ha ocurrido en México o en Colombia". Asimismo, agregó: "si quiero la paz total en el mundo, debo dirigirme al mundo".
El jefe de Estado aprovechó la oportunidad para comentar sobre las principales guerras que se viven actualmente. "Creo que la invasión rusa de Ucrania debería ser considerada un crimen de guerra. Pero cuando se trató de incluir el crimen de agresión en el estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, fue bloqueado por las grandes potencias mundiales. Así, no es posible calificar como crimen de agresión ni la intervención en Irak, ni los bombardeos sobre Gaza, ni la invasión rusa en Ucrania, aunque debería serlo".
Por otro lado, Petro respondió a las críticas sobre su iniciativa de lanzar una Asamblea Constituyente con el fin de reformar la Constitución. El Presidente alegó que hay muchos temas que no eran prioridad en 1991 cuando se reformó por última vez la Constitución. "Hace 33 años, aún no se hablaba de la crisis climática. El poder constitucional colombiano tiene el deber de examinar cómo salir de medio siglo de economía petrolera y carbonera para pasar a una economía productiva que nos permita vivir en nuestro propio país, de manera pacífica y democrática".
Así, el presidente colombiano aprovechó la entrevista para contestarle a sus opositores. Aún así, sostuvo la posición neutral con respecto a la situación en Venezuela, lo cual puede valerle de fuertes críticas por parte del resto de la región.