
Foto: X @TheElders
Juan Manuel Santos retomó su actividad política con una iniciativa dirigida a contener el avance de sectores considerados extremos, tanto en la derecha como en la izquierda. En un mensaje a través de sus redes sociales, el expresidente colombiano invitó a reflexionar sobre las consecuencias de optar por liderazgos radicales de cualquier orientación ideológica.
Desde Bogotá, Santos expresó su preocupación por el panorama actual y alertó sobre posibles escenarios de inestabilidad. "Hoy tenemos a un extremista de izquierda", dijo en alusión al presidente Gustavo Petro. Aseguró que la llegada de un dirigente con perfil opuesto en el espectro político generaría riesgos similares: "Si llega un extremista de derecha, lo único que obtenemos es un país ingobernable. Y las probabilidades de estallidos sociales y bloqueos aumentarán. Y así, entre gritos, el país no avanza".
La propuesta promovida por el Nobel de Paz se identifica con una "opción de centro", orientada a quienes rechazan las posturas confrontativas y buscan consensos. Aunque no presentó una candidatura ni confirmó respaldos directos, Santos envió señales de afinidad hacia figuras como Sergio Fajardo, Roy Barreras y Luis Gilberto Murillo. En su mensaje, subrayó tres elementos clave: "moderación, buenos equipos y mucho diálogo".
A diferencia de procesos recientes, el expresidente decidió intervenir activamente en el debate previo a los comicios presidenciales. Su retorno ocurre en un contexto de polarización, donde expresiones críticas también han surgido desde sectores opuestos. El exmandatario Iván Duque señaló que existe una conexión entre el actual gobierno y la administración de Santos, mencionando a varios exfuncionarios presentes en el gabinete. "Es muy difícil, la evidencia es notoria", afirmó, en referencia a nombres como Juan Fernando Cristo, Alejandro Gaviria, Mauricio Lizcano, Alfonso Prada y Luis Gilberto Murillo.
Igualmente, Santos difundió un cuestionario digital dirigido a sus seguidores, con preguntas vinculadas a comportamientos considerados propios de gobiernos autoritarios. Entre los puntos mencionó intentos de modificar la Constitución, ataques a la prensa y descalificaciones a quienes expresan opiniones contrarias. "No importa si es de izquierda o de derecha. Si responde sí a varias de estas observaciones, no hay nada que dudar, déjalo ir", escribió el exjefe de Estado, acompañado de un llamado a evaluar con responsabilidad el liderazgo futuro.
En otra serie de publicaciones, Santos destacó cifras sociales de su administración entre 2010 y 2018. Afirmó que la pobreza monetaria descendió del 37,2% al 27%, mientras la pobreza extrema se redujo del 12,3% al 7,2%. También mencionó una mejora en el coeficiente Gini, indicador de desigualdad, que pasó de 0,563 a 0,517. En sus palabras: "Hoy arranco con esta serie de hechos, o ‘factos’, como dicen hoy, de nuestro gobierno".
Con esta estrategia, Juan Manuel Santos plantea una participación que no implica una candidatura directa, pero sí una influencia activa en el rumbo político. Hasta el momento, mantiene la expectativa sobre los próximos pasos sin confirmar alianzas ni postulaciones concretas.
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