
Foto: Diego Cano / Presidencia Colombia
Una nueva controversia involucra al Gobierno de Colombia tras las modificaciones propuestas por el presidente Gustavo Petro respecto a los requisitos para ejercer cargos diplomáticos. Nueve excancilleres manifestaron su preocupación ante la eliminación de condiciones formales para aspirar a ser embajador, señalando que tales acciones representan un debilitamiento institucional del servicio exterior.
En una carta enviada al mandatario, un grupo de antiguos ministros de Relaciones Exteriores expresó su rechazo a la decisión de prescindir de criterios como el dominio de una segunda lengua. El pronunciamiento surgió tras la instrucción presidencial a la canciller Laura Sarabia para modificar o suprimir requisitos que, según el jefe de Estado, limitaban la elección de perfiles adecuados.
Así, el documento, firmado por exfuncionarios como Claudia Blum, María Ángela Holguín, María Consuelo Araujo y Marta Lucía Ramírez, destacó cuatro aspectos considerados de alta gravedad. Estos fueron el impacto sobre la reglamentación del servicio exterior, las designaciones sin cumplimiento de criterios mínimos, el incumplimiento del voto programático y el deterioro de la imagen del país en el exterior. En el texto se afirmó: "su enfoque actual debilita nuestras instituciones, socava la memoria institucional, que debería ser el hilo conductor de una política exterior estratégica de largo plazo, y deslegitima el Servicio Exterior, afectando la confianza de la ciudadanía y de la comunidad internacional".
Durante un reciente Consejo de Ministros, el presidente justificó su instrucción argumentando la necesidad de ampliar el acceso a cargos diplomáticos. En sus palabras: "un hijo obrero puede trabajar más en las relaciones internacionales que un embajador que se va a rascar la panza porque tiene un apellido ilustre". En ese mismo encuentro, manifestó su inconformidad por la anulación del nombramiento de Armando Benedetti ante la FAO, tras decisión judicial por no cumplir con el requisito del idioma inglés.
Esa resolución judicial también afectó al embajador Guillermo Reyes, designado previamente en Suecia. Frente a esto, el mandatario afirmó: "que porque no sabe hablar sino español, pero es uno de los idiomas oficiales de la FAO. Es un vaciamiento de poder del presidente, porque le están quitando la orden constitucional de ser jefe de las relaciones internacionales".
Además, sostuvo que solicitó a la ministra Sarabia eliminar todas las condiciones exigidas para ejercer funciones diplomáticas, bajo el argumento de que el Ejecutivo debe tener plena libertad para definir sus representantes. Afirmó: "le pedí a la canciller, no por Benedetti, porque ya no necesita eso, sino por el presidente, que quite todos los requisitos para ser embajador y embajadora en Colombia".
También, en otro momento del encuentro ministerial, expresó: "los están echando porque son embajadores del Gobierno de Petro, es un lawfare porque el sindicato blanco es de los que eligieron los señores presidentes de la oligarquía colombiana y están ahí sus familiares y amigos". Asimismo, planteó criterios para futuras designaciones: "un Gobierno de izquierda debe mandar a las embajadas de los países africanos a negros y negras; a los del Caribe, caribeños y a donde tenemos relaciones estratégicas, el que garantice o la que garantice esas relaciones".
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