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De acuerdo con el Boletín de Análisis Económico Ejecutivo emitido por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) el 2 de marzo de 2020, la economía mexicana se mantiene estancada y no presenta indicios de una recuperación adecuada ante las especulaciones regidas por un ambiente de incertidumbre y volatilidad global; asimismo, resaltan que la cifra de crecimiento estimada de 1% para 2020 es insatisfactoria para las necesidades actuales del país.
La economía mexicana registró una disminución de 0.1% en su Producto Interno Bruto (PIB) durante el cuarto trimestre de 2019, así como una tasa anual de 0.14%, lo que representa una variación negativa y una caída frente a los últimos 10 años, con una caída económica general de 0.4% respecto al mismo periodo del año 2018. Este registro negativo lo atribuyen al debilitamiento de la actividad industrial; con una caída de 5.0% en minería y 5.1% en construcción. Su relevancia radica también en una falta de inversión y menos empleos generados. La caída en la construcción anticipó una reducción en el gasto de inversión física en el sector público, que disminuyó en 11.8% durante 2019.
Asimismo, Pemex reportó una pérdida de 658.1 mil millones de pesos (mmp), pese haber recibido una suma de 97.1 mmp para su rentabilidad y situación financiera. La inversión física de Pemex presentó un subejercicio luego de la aprobación de un gasto de 273.1 mmp y una cifra ejercida de 195.4 mmp según reportó la Secretaría de Hacienda.
Por otro lado, entre los factores de especulación de complicaciones económicas y balance de riesgos se encuentran el incidente sobre el valor del avión presidencial, la escasez de medicamentos en el sector salud, interrogantes, infraestructura y desinformación sobre los protocolos frente a la llegada del COVID-19, falta de estrategias claras para combatir la inseguridad, y la violencia contra las mujeres.
La llegada del COVID-19 a México se prevé como un riesgo de mayor envergadura a corto plazo, ya que el impacto en la economía está directamente relacionado con la actividad productora mundial; ante este hecho, los mercados financieros reflejan preocupación por la caída de sus bolsas, durante la última semana de febrero: 5.2% en China, 9.6% en Japón, 12% en Francia y Alemania.
En materia de actividad económica externa, la ratificación del acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se posiciona como un elemento positivo frente al panorama de especulaciones; no obstante, pese a la confirmación del gobierno de Canadá sobre su participación en dicha iniciativa, aún no existe una fecha definitiva para que entre en rigor.
El Banco de México indicó en su último reporte trimestral de 2019 que las cifras estimadas de crecimiento se colocaron en un rango entre 0.5% y 1.5% para 2020, a diferencia del porcentaje anterior propuesto, cuyo rango abarcaría de 0.8% a 1.8%; y de 1.1 a 2.1% para 2021.
Ante este panorama complicado de estancamiento económico, el CEESP reitera que la condición necesaria para estimular la inversión, mejorar el consumo y bienestar, así como impulsar el empleo productivo, es proporcionar un ambiente de certidumbre, con medidas eficientes y transparentes para desarrollar confianza, sobre todo en un ambiente de alta volatilidad global, y fortalecer las políticas públicas internas.
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