Ciudad de México,
Emiliano Fuentes
Crédito foto: Sergio Cara (NotiPress)
Durante el 2021, Estados Unidos tuvo una histórica recuperación económica con un crecimiento anual de 5.7% del PIB. Esto supero los estragos de la pandemia sobre el crecimiento económico que se reflejó en una caída de 3.4% del producto en 2020. Así, desde el segundo trimestre de 2021, la recuperación en la economía estadounidense superó de la crisis económica provocada por la pandemia por Coronavirus. Además, la acelerada corrección del rumbo de la economía significó también la recesión más corta de Estados Unidos con duración de apenas un par de meses.
Esta recuperación, estuvo apoyada por diferentes estímulos monetarios y fiscales desplegados por el gobierno de Estados Unidos para hacer frente a la pandemia y al rápido avance de vacunación en la población. No obstante, también hubo algunas complicaciones para la economía nacional durante la segunda mitad de 2021.
La más importante fue la ola de contagios por Covid-19, ocasionada por la variante delta durante el segundo semestre del año. Este nuevo brote afectó la economía estadounidense debido a la pérdida de confianza en los consumidores y los escasez de productos en la cadena de suministro.
Al cierre de 2021, pese a la histórica recuperación de la economía en Estados Unidos, todavía no se ha recuperado por completo el nivel de empleo observado en 2020 antes de la pandemia. Para diciembre todavía hacían falta 3.6 millones de empleos para poder alcanzar la tasa de desempleo de 3.5% observada en febrero 2020.
En este sentido, con datos compartidos con Notipress por Banco BASE, se espera que la recuperación económica de Estados unidos se logre por completo en julio 2022. De tal manera, los indicadores de empleo, con dicho supuesto se habrían recuperado en 27 meses, por debajo de los 76 meses que se tardó en recuperar el mercado de trabajo estadounidense en la crisis de 2008.
Dicha recuperación seguirá dependiendo de tres factores fundamentales según el análisis de Banco BASE. El primero sería la evolución de la pandemia y los registros de contagios que han cambiado las modalidades de trabajo. El segundo serían las persistentes disrupciones en la cadena de suministro y por último la capacidad de los diferentes trabajadores para ajustar sus habilidades al cambiante mercado laboral.
Se prevé que los movimientos de tasas de referencia por parte de la Reserva Federal (Fed) puedan alterar los pronósticos de crecimiento y entorpezca la velocidad con la que se ha recuperado la economía después de la pandemia. Lo anterior, debido a la galopante inflación de 4.1% promedio para el consumidor en 2021, representando el mayor aumento de precios anual desde 1990.