
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El dólar estadounidense se mantuvo cerca de sus niveles más bajos en varios años el martes 17 de junio de 2025, luego de que las ventas minoristas de mayo mostraran una caída del 0,9% intermensual, por encima del 0,7% previsto. Este retroceso alimenta la percepción de un enfriamiento del consumo interno en Estados Unidos, en medio de incertidumbre comercial y expectativas de política monetaria cautelosa. La situación genera dudas sobre la evolución de la demanda interna en el contexto económico actual.
Según los últimos datos oficiales, la cifra de abril fue revisada a la baja, de un leve aumento a una contracción del 0,1%. Aunque algunos rubros, como las ventas minoristas no en tiendas y los servicios de alimentación, mostraron ganancias anuales, no lograron contrarrestar la caída global del mes. Estas cifras refuerzan los indicios de debilidad en el consumo que podrían influir en decisiones futuras de política económica.
Tal estratega de investigación de mercados en Pepperstone, Quásar Elizundia, afirmó que los datos "apuntan a un debilitamiento de la demanda interna", en un entorno de creciente incertidumbre comercial. La resistencia del consumidor estadounidense podría estar cediendo ante las presiones inflacionarias y la desaceleración económica global. Esta situación plantea interrogantes sobre la capacidad de recuperación sostenida del consumo en el corto plazo.
Pese a las recientes tensiones geopolíticas, el dólar permaneció dentro de un rango estable, ya que los inversionistas optaron por la cautela antes de la decisión de la Reserva Federal (Fed). Aunque no se anticipan cambios en los tipos de interés, el mercado observa con atención el tono de la declaración del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) y las nuevas proyecciones económicas. El contexto podría influir en la percepción sobre la dirección de la política monetaria.
Actualmente, los mercados esperan dos recortes de tasas antes de fin de año, en medio de señales de debilitamiento del consumo. El menor dinamismo podría afectar la postura de la Fed y generar una inclinación hacia una política más moderada. En palabras de Elizundia, "el menor impulso del consumo podría cambiar el equilibrio de riesgos de la Fed", lo que añadiría presión al dólar en las próximas sesiones si se confirma este escenario.
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