Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Las autoridades estatales y municipales localizaron un centro de monitoreo clandestino en Ecatepec, Estado de México, con equipos de videovigilancia valuados en 20 millones de pesos. El inmueble, operado bajo el nombre comercial Zavoli Conversiones de Autos a Gas Natural, se ubicó en la colonia Venta de Carpio. Durante el operativo, encabezado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), participaron efectivos de la Secretaría de Marina y policías municipales.
Entre los objetos incautados se encontraban antenas bipolo, cableado de fibra óptica, cámaras de vigilancia y herramientas especializadas. Según reportes oficiales, la bodega presuntamente intervenía la señal del sistema de monitoreo C4 del municipio, y la denuncia penal del gobierno local apunta a una posible relación con el Proyecto Jaguar II implementado en la administración anterior.
Fernando Vilchis, exalcalde de Ecatepec y actual diputado federal, impulsó el mencionado proyecto durante su gestión. El programa contemplaba la instalación de mil 500 puntos de monitoreo, una red de fibra óptica de más de 500 kilómetros, reconocimiento facial, botones de pánico, arcos detectores de vehículos robados y repetidoras para alertamiento temprano. La adquisición e instalación de estos componentes representó una inversión millonaria con fondos públicos municipales.
Este hallazgo del equipo, presuntamente fuera de operación institucional, plantea un cuestionamiento relevante sobre la trazabilidad de la tecnología financiada con recursos públicos. Al concluir una administración municipal, la transferencia, control y supervisión del equipamiento instalado suele quedar bajo responsabilidad de la nueva gestión, pero no siempre existen mecanismos de seguimiento público verificable.
Actualmente, no se reportaron lineamientos homologados a nivel estatal o nacional que garanticen la continuidad, inventario o auditoría de activos tecnológicos tras una transición de gobierno en municipios. En consecuencia, cuando un proyecto de gran escala como Jaguar II termina con el cierre de una administración, resulta difícil establecer con precisión el destino o uso posterior del equipo adquirido.
También, el caso Ecatepec fue citado por autoridades y medios como un ejemplo de situación en la que podría considerarse pertinente revisar los esquemas de control sobre el paradero, estado operativo y uso de hardware adquirido con recursos públicos. Además, se señaló la posible utilidad de sistemas de rendición de cuentas aplicados a bienes tecnológicos, en función de su valor y del riesgo potencial asociado a su uso no autorizado.
Las autoridades no emitieron información oficial sobre personas detenidas ni conclusiones periciales definitivas. La FGJEM indicó que se encuentra en curso la revisión técnica del equipo asegurado. Asimismo, determinarán si existe un vínculo directo entre los dispositivos encontrados y los bienes adquiridos mediante el Proyecto Jaguar II.