Foto: Cortesía
En un esfuerzo por combatir la desnutrición infantil en México, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y la organización Un Kilo de Ayuda unieron fuerzas para mejorar las condiciones de vida en algunas de las regiones más vulnerables del país. Esta colaboración tiene como objetivo principal erradicar la desnutrición en niños de comunidades rurales en el Estado de México, Oaxaca y Chiapas, zonas donde la tasa de desnutrición infantil alcanza el 33.7%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La donación realizada por la Iglesia beneficiará a más de 43 mil personas, incluyendo 23 mil niños menores de cinco años y 20 mil madres o cuidadores primarios. Esta aportación es integral, ya que no solo se centrará en la entrega de paquetes alimentarios fortificados con proteína, sino que también proporcionará materiales educativos sobre estimulación temprana, nutrición, hierro y juegos para los cuidadores. Además, se dotará a los Centros de Desarrollo Infantil Temprano (CEDIT) de Un Kilo de Ayuda con equipos para medir la hemoglobina capilar y detectar anemia en menores.
El obispo Daniel Campos, representante de la Iglesia de Jesucristo, expresó la importancia de esta colaboración al mencionar: "Mediante esta colaboración, buscamos brindar recursos que mejoren el desarrollo físico y social de los niños en México y fortalecer la seguridad alimentaria en algunas de las zonas más vulnerables del país para la generación de una infancia más sana".
El proyecto se desplegará en diversas regiones del Estado de México, Chiapas y Oaxaca, buscando reducir los efectos del hambre en niños en pleno desarrollo. La falta de nutrientes esenciales durante los primeros cinco años de vida puede ocasionar daños irreversibles, por lo que este esfuerzo se enfoca en la prevención y tratamiento temprano de la desnutrición.
Un Kilo de Ayuda cuenta con un modelo integral que promueve el desarrollo infantil temprano a través de enfoques en el desarrollo neurológico, psicoafectivo, físico y comunitario. Con la donación de la Iglesia, se espera poder atender a un mayor número de personas con necesidades alimentarias urgentes, contribuyendo así a la creación de comunidades más saludables y autosuficientes.
La relación entre la Iglesia de Jesucristo y Un Kilo de Ayuda se ha fortalecido a lo largo de los años, consolidándose en esta colaboración que persigue un objetivo común: la erradicación del hambre y la mejora de las condiciones de vida en México.
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