Ciudad de México,
Ali Figueroa
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Las elecciones de 2024 modificaron el mapa político de América y reafirmaron la rivalidad entre los gobiernos de izquierda en Latinoamérica y de derecha, tanto en este territorio como en Norteamérica. Con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y de Claudia Sheinbaum en México, las nuevas administraciones del continente trabajaran con temas clave, tales como la disposición comercial hacia China.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, marcó el rumbo de la política exterior con la designación de su gabinete y las acciones que tomará la administración. Ante el regreso del Partido Republicano al poder, el respaldo de los protestantes y la política populista iniciará con sanciones con aranceles para México, Canadá, y China, derivadas de la migración y la crisis del fentanilo.
Frente al contexto de la política comercial anunciada por Trump, Canadá busca cooperar con el nuevo gobierno estadounidense. Tras las tensiones con México, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reforzó su cooperación bilateral ante temas como la migración y las relaciones comerciales con los socios estadounidenses.
Otra figura clave en el mapa político del continente es el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien es el primer mandatario con proceso de reelección en la historia del país. Conocido por implementar un modelo carcelario señalado por atentar contra los derechos humanos, la mano dura del presidente salvadoreño fue una influencia en Honduras y Perú.
Mientras la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, implementó el modelo bajo un sistema de excepción con detenciones señalado por Amnistía Internacional, su homóloga en Perú aseguró que no implementará el modelo carcelario. La figura de la presidenta Dina Boluarte cobró complejidad en materia de transparencia, especialmente en las investigaciones en su contra por presunto enriquecimiento ilícito.
Para el Congreso Norteamericano de América Latina (NACLA), la cooperación geopolítica entre los gobiernos de derecha y la postura de sus dirigentes ante las relaciones internacionales podrían impulsar el surgimiento de nuevas oposiciones en la región. Según expertos consultados por NACLA, los resultados del presidente Javier Milei en Argentina serán clave para determinar el futuro del mapa político en el continente.
Al respecto, cabe destacar que el gobierno de Milei se encuentra en la mira de las relaciones con BRICS tras la salida de su predecesor, Alberto Fernández. En una carta dirigida al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario libertario aseguró que la incorporación de Argentina al bloque multipolar no es oportuna en el mapa político.
Encabezado por el gobierno del Lula, Brasil ocupa una posición estratégica como parte de la ola roja de la nueva izquierda latinoamericana, en particular como mediador del Sur Global y el Norte Atlántico. Un estudio publicado por la el Centro de Relaciones Internacionales de Barcelona (CIDOB) informó que al asumir la presidencia del BRICS, la administración brasileña tomó en cuenta las necesidades comerciales internacionales para el mapa político.
Si bien el presidente de Colombia, Gustavo Petro, representa una de las figuras más activas políticamente de los mandatarios de izquierda, su administración adoptó una postura de mayor aprobación para Estados Unidos. Durante el proceso electoral estadounidense, Petro respaldó al gobierno de Trump si este busca frenar las intervenciones militares en Ucrania y Líbano.
No obstante, la presidenta de México electa en 2024, Claudia Sheinbaum, expresó que la política exterior de Estados Unidos requiere el respeto de la soberanía de los países. Estos comentarios ocurrieron en el contexto de la designación de Roland Johnson como nuevo embajador en territorio mexicano, quien es conocido por su trayectoria en la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Entre otros países que conforman esta ola se encuentra Uruguay bajo el mandato de Yamandú Orsi, opositor al Partido Nacional. De cara a las rivalidades administrativas y comerciales entre las alineaciones políticas, el gobierno uruguayo subrayó que busca mejorar sus relaciones con Argentina, así como la naturaleza moderada de su izquierda.
Según el Centro de Relaciones Internacionales y Desarrollo Sostenible (CIRSD), entre los retos más importantes del BRICS y las rivalidades entre la derecha e izquierda está la relación con China. Americas Market Intelligence informó que el sector privado es reponsable del 99 por ciento de las exportaciones de China en la región. Este factor podría contribuir a la coyuntura entre los proyectos de nacionalización y el impulso a las empresas privadas, que se ocupa una de las rivalidades más importantes entre los espectros político-económicos.