Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Donald Trump fue puesto a salvo el 15 de septiembre de 2024 después de un nuevo intento de asesinato en su campo de golf, el Trump International Golf Club, ubicado en West Palm Beach, Florida. El incidente ocurrió alrededor de las 14:00 hora local, cuando agentes del Servicio Secreto detectaron la presencia de un hombre armado entre los arbustos cercanos a los hoyos cinco, seis y siete.
El sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw, confirmó que el sospechoso, identificado como Ryan Wesley Routh, de 58 años, estaba armado con un rifle AK-47. Los agentes abrieron fuego tras avistar el cañón del arma, pero se desconoce si el hombre respondió al ataque. Trump, que se encontraba a una distancia de entre 300 y 500 yardas (275 a 500 metros) del sospechoso, no resultó herido. El hecho ocurre por segunda vez durante su campaña electoral. Anteriormente fue catalogado como un un acto de terrorismo doméstrico.
Routh fue arrestado más tarde en la autopista I-95 después de que un testigo fotografiara su vehículo al huir de la escena. Durante el registro del área donde se ocultaba el sospechoso, las autoridades encontraron un rifle, dos mochilas y una cámara GoPro.
Este incidente ocurre solo dos meses después de otro intento de asesinato contra Trump en Pensilvania, donde recibió un disparo en la oreja durante un mitin de campaña. Las investigaciones están siendo lideradas por el FBI, según informó Jeffrey Veltri, director de la oficina del FBI en Miami.
Ryan Wesley Routh, quien tiene antecedentes penales, es un defensor público de Ucrania según sus publicaciones en redes sociales. Las investigaciones revelan que Routh viajó a Ucrania en 2022 para apoyar la resistencia contra la invasión rusa, aunque no tenía experiencia militar previa, informó la BBC.
El expresidente Donald Trump, por su parte, emitió un comunicado a sus donantes confirmando que se encontraba a salvo y que su "determinación es aún más fuerte después de otro atentado contra mi vida". La Casa Blanca también expresó su alivio por la seguridad del exmandatario, y la vicepresidenta Kamala Harris declaró en redes sociales que "la violencia no tiene cabida en Estados Unidos".
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