Mandalay, la ciudad dorada convertida en escombros tras el devastador terremoto en Myanmar

 03-04-2025
Axel Olivares
   
Portada | Internacional
Foto: Mandalay International Airport

Foto: Mandalay International Airport

Más de 3 mil personas murieron y miles resultaron heridas tras el terremoto de magnitud 7,7 que azotó Myanmar el viernes 28 de marzo, con epicentro en la región de Sagaing y afectando gravemente a Mandalay, la segunda ciudad más poblada del país asiático. Conocida como la "ciudad de oro" por sus pagodas resplandecientes y su legado histórico, Mandalay se transformó en un paisaje de destrucción y desesperanza.

Según testimonios recopilados por BBC, las labores de rescate se ven obstaculizadas por la precaria infraestructura y el conflicto armado interno que atraviesa el país. En declaraciones exclusivas, una joven residente que se identificó como "J" relató: "He visto a mucha gente, incluyéndome a mí, agazapada y llorando a gritos en las calles".

El Servicio de Bomberos de Mandalay informó que en los últimos cuatro días se rescataron a 403 personas y se recuperaron 259 cuerpos. Sin embargo, se teme que el número real de víctimas supere con creces las cifras oficiales. De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos la cifra de muertos podría ser superior a 10.000.

La ciudad de oro, en ruinas

Fundada en 1857 por el rey Mindon, Mandalay fue la última capital real de Birmania antes de la anexión al Reino Unido en 1885. Durante el dominio británico, la ciudad fue una importante región comercial y cultural cuyo potencial competía con Yangón, la nueva capital de la Birmania británica. Además, se hizo popular a escala mundial por un famoso poema escrito por Rudyard Kipling y publicado en 1890.

Para la Segunda Guerra Mundial, Mandalay sufrió una gran destrucción con el avance de Japón sobre el continente asiático, pero, para 1948, la ciudad logró recuperarse en parte gracias a su incorporación a la recién independizada Unión de Birmania. Para los años siguientes, Mandalay pudo desarrollarse hasta lograr recuperar se estatus como uno de los centros económicos y culturales más importantes del sudeste asiático.

A pesar de su importancia cultural y económica, la ciudad enfrentó un creciente empobrecimiento en los últimos años, alimentado por el conflicto armado que Myanmar enfrenta desde 2021. Ahora, la devastación del sismo se suma a una crisis humanitaria prolongada.

En la actualidad, los crematorios están colapsados y las autoridades locales se quedaron sin bolsas para cadáveres. "Todavía quedan muchos cadáveres dentro, creo que más de 100", declaró un monje residente cerca del condominio Sky Villa, gravemente dañado por el terremoto.

La tragedia afectó de manera especial a los menores. Un pastor local contó a la BBC que su hijo de ocho años sufrió múltiples crisis nerviosas tras ver cómo su barrio quedaba sepultado bajo los escombros.

Myanmar guardó un minuto de silencio el martes 1 de abril por las víctimas como parte de una semana de luto nacional, mientras la junta militar pidió que las banderas ondearan a media asta y se suspendieran las transmisiones de medios. Sin embargo, organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional denunciaron restricciones al acceso humanitario en las zonas más afectadas. "La junta militar de Myanmar aún infunde miedo, incluso tras un terrible desastre natural que causó miles de muertos y heridos", aseguró Bryony Lau, subdirectora de Human Rights Watch para Asia.

"Es simplemente difícil para los socorristas gestionar una destrucción tan masiva de forma eficiente", señaló J. Desde la comunidad internacional, países como Rusia y China comenzaron a enviar ayuda, pero el apoyo sigue siendo insuficiente frente a la magnitud del desastre.




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