Foto: UN Photo/Loey Felipe
El 28 de diciembre del 2021, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un comunicado en nombre de Hans Grundberg. "La reciente escalación militar en el país está entre las peores en años" dictaminó el enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para Yemen. Este conflicto político lleva mucho tiempo construyéndose y, de acuerdo con Grundberg, coloca a los ciudadanos yemenís en la mira.
La creciente problemática se originó tras levantamientos de la Primavera Árabe en el 2011, movimiento que involucró a la población de Tunéz, y se extendió hasta Egipto, Yemen, Bahréin, Libia y Siria. Las protestas populares demandaban el fin de décadas de opresión por parte de dirigentes con la esperanza de instaurar nuevos gobiernos que trajeran justicia social y nuevas reformas políticas. A raíz de esto, múltiples líderes autoritarios fueron derrocados y sustituidos de sus posiciones en el poder.
¿Qué se sabe del conflicto?
Debido al movimiento, Ali Abdullah Saleh, presidente yemení desde hacia 33 años, se vio obligado a entregarle el poder a Abd Rabbu Mansour Hadi, vicepresidente de la nación, en el 2012. La transición política tenía la intención de estabilizar al país, pero desembocó en una lucha de poder entre hutíes, simpatizantes de Saleh y las fuerzas de Hadi, el presidente reconocido internacionalmente. Los hutíes son miembros de un grupo rebelde adherido a una rama del islam chiita denominada zaidismo; la población zaidí chiita representa a solo un tercio de Yemen, nación predominantemente sunita.
A través de la alianza formada por el movimiento rebelde y el exmandatario, en el 2014 fueron expulsados los adeptos de Hadi de la capital yemení, Saná. Sin embargo, en diciembre del mismo año, surgieron conflictos entre los hutíes y Saleh, lo que culminó en el asesinato del político. Esto debido a que el expresidente anunció en televisión su disposición para entablar un diálogo con sus adversarios, oferta la cual fue bien recibida. No obstante, el grupo rebelde acusó a Saleh de traición y tras su asesinato, continuaron con la lucha.
En 2015, Arabia Saudí lanzó una campaña militar aérea para restaurar el gobierno de Hadi y prevenir el avance de los hutíes, que consideran, son apoyados militarmente por Irán. La coalición saudita fue formada principalmente por Estados árabes sunitas como Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Qatar, Egipto, Kuwait y Jordania. Fue en este momento que el enfrentamiento bélico alcanzó una mayor magnitud política y militar.
¿Qué se espera para próximos años?
Después de años de guerra, Hans Grundberg hizo un llamado a detener las violaciones a las leyes por los derechos humanos y humanitarios hasta ahora impunes. De acuerdo con su testimonio, los ataques aéreos sobre Saná han resultado en la pérdida de vidas civiles y en el daño a infraestructuras de áreas residenciales. De igual forma, mostró su preocupación por los ataques consistentes que ha enfrentado Arabia Saudí, los cuales generaron consecuencias similares a las vividas por los ciudadanos yemenís.
Asimismo, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Alto Comisionado por los Derechos Humanos expresaron su preocupación por dos miembros del organismo detenidos en Saná el mes anterior. La Organización no ha recibido ninguna información acerca de las bases legales para su detención o de su estatus actual.
Hans Grundberg declaró, se encuentra listo para encontrar soluciones adecuadas para cada partido dirigidas a atender las necesidades humanitarias de la población en Yemen y habilitar los procesos políticos resolutivos. Lamentablemente, el conflicto armado todavía no encuentra término y deja a millones de yemenís batallando contra el hambre, la pobreza y severas restricciones contra su libertad de circulación.
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