Pakistán y Afganistán en guerra: cómo dos aliados pasan a abrir un nuevo frente de batalla

 15-10-2025
Judith Moreno
   
Portada | Internacional
Foto: X @Dukhtar_E_K

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Los enfrentamientos entre Pakistán y el gobierno talibán de Afganistán convirtieron una frontera histórica en un nuevo foco de guerra. Las acciones armadas dejaron decenas de muertos y evidenciaron la fractura entre dos países con vínculos religiosos y étnicos, ahora divididos por acusaciones mutuas y fuego de artillería a lo largo de más de dos mil seiscientos kilómetros.

Así, la escalada comenzó el fin de semana del 11 y 12 de octubre, tras ataques de fuerzas talibanas contra puestos militares pakistaníes en distintos puntos fronterizos. Autoridades de Islamabad informaron la muerte de 23 soldados, mientras voceros talibanes reconocieron la pérdida de nueve combatientes. Nuevos choques el 15 de octubre provocaron otros 50 fallecidos, incluidos civiles, sin un balance definitivo de daños en ambos bandos.

El conflicto directo se originó después de un bombardeo aéreo sobre Kabul dirigido al líder del Movimiento de los Talibanes Pakistaníes (TTP), Noor Wali Mehsud. Fuentes de seguridad pakistaníes señalaron que la operación buscaba neutralizar al jefe del grupo yihadista, aunque no existe confirmación sobre su destino. En respuesta, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid declaró que las fuerzas afganas ejecutaron ataques "en represalia" durante la noche del sábado.

Durante casi dos décadas, el TTP mantuvo una campaña de violencia dentro del territorio pakistaní. Fundado en 2007 por combatientes pastunes inspirados en los talibanes afganos, el grupo realizó atentados en mercados, mezquitas, aeropuertos y bases militares. En 2014, un asalto a una escuela en Peshawar dejó más de 130 menores muertos, episodio que impulsó una ofensiva militar y desplazó a gran parte de sus miembros hacia Afganistán.

Además, el retorno de los talibanes al poder en Kabul en 2021 modificó el equilibrio regional. Islamabad recibió el cambio con optimismo, al considerar que un gobierno islámico podría estabilizar la frontera. Sin embargo, las expectativas se desvanecieron con el incremento de atentados atribuidos al TTP dentro de Pakistán. Investigadores del Centro de Estudios de Seguridad en Islamabad registraron 2 mil 414 muertes durante los primeros tres trimestres de 2025 por ataques de esa organización, cifra que sugiere un repunte sostenido de la violencia.

Dentro del conflicto persiste un elemento histórico: la Línea Durand. Trazada en 1893 por el diplomático británico Henry Mortimer Durand y el emir afgano Abdur Rahman Khan, esa demarcación dividió comunidades pastunes sin estudios topográficos ni consenso local. Pakistán la reconoce como frontera internacional; Afganistán la rechaza por considerarla un legado colonial que separa familias y tribus. Desde 2017, Islamabad cercó gran parte de la línea, intensificando el descontento en las regiones fronterizas.

Igualmente, de acuerdo con el exembajador pakistaní en Afganistán, Asif Durrani, "las posibilidades de que este choque se convierta en algo más grande y serio son mínimas", al advertir que Afganistán "no tiene ninguna capacidad militar convencional en comparación con Pakistán". Aun así, señaló que la falta de cooperación sobre el TTP mantiene la franja fronteriza en permanente tensión.

Luego de un nuevo bombardeo en Kabul durante la tarde del 15 de octubre, ambos gobiernos acordaron un cese al fuego de 48 horas. No obstante, el zumbido de las bombas continúa. Los combates han reducido el tránsito entre ambos países, como también continúan las acusaciones cruzadas sobre incursiones y refugio a militantes. Se está por ver qué ocurrirá una vez terminado el cese de las hostilidades. Así, la región revive una disputa arrastrada por más de un siglo, donde antiguos aliados enfrentan una nueva etapa de violencia alimentada por fronteras impuestas, grupos armados y desconfianza mutua entre Pakistán y Afganistán.




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