Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, Rusia ha enfrentado una serie de sanciones internacionales destinadas a debilitar su capacidad para financiar la guerra. Estas medidas incluían la congelación de activos, la exclusión del sistema financiero global y la reducción de ingresos por exportaciones de energía. Sin embargo, veintisiete meses después, la economía rusa no solo resiste, también crece.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la economía rusa crecerá un 3,2% en 2024, superando a todas las economías avanzadas del mundo. A pesar de las sanciones de varios países calificadas de "paralizantes" por analistas occidentales, los supermercados en Rusia siguen bien abastecidos, aunque con precios más altos y una disponibilidad limitada de ciertos productos. Empresas occidentales como Lego han abandonado el mercado ruso, pero sus productos aún se encuentran a través de diversas rutas alternativas como el caso de Coca-Cola. Incluso, los diamantes rusos estuvieron entre los temas centrales del G7.
El Foro Económico Internacional de San Petersburgo, un encuentro clave para la economía rusa, aún atrae a delegados de más de 130 países, a pesar de la retirada de ejecutivos europeos y estadounidenses. Este fenómeno destaca la capacidad de Rusia para encontrar nuevos mercados y socios, particularmente en Asia y el Sur Global. "La economía rusa ha logrado adaptarse a condiciones externas muy desfavorables", explica Yevgeny Nadorshin, economista senior de PF Capital según recoge la BBC. "Sin duda las sanciones alteraron mucho el mecanismo de funcionamiento de la economía. Pero se ha restaurado bastante. Se está adaptando".
Uno de los pilares del resurgimiento económico de Rusia fue la redirección de sus exportaciones de petróleo hacia China e India. En diciembre de 2022, el G7 y la Unión Europea implementaron un tope de precios para limitar los ingresos petroleros rusos. No obstante, Rusia ha eludido estas restricciones, continuando su flujo de petróleo y asegurando ingresos significativos. De hecho se Rusia se convirtió en el país con mayor cantidad de sanciones.
China es crucial para la supervivencia económica de Rusia. El comercio entre ambos países alcanzó un récord de 240 mil millones de dólares en 2023. Las tiendas rusas están repletas de productos electrónicos y automóviles chinos, reflejando la creciente influencia de Pekín. "China se ha convertido en un salvavidas para la economía rusa", afirman analistas.
Por su parte, el gasto militar ha sido otro motor del crecimiento económico ruso. Las fábricas de armamento operan las 24 horas del día y cada vez más rusos trabajan en el sector de defensa, lo que ha impulsado los salarios. Sin embargo, esto ha desviado fondos de otros sectores críticos como la infraestructura y el transporte.
Aunque la economía rusa ha demostrado una notable capacidad de adaptación, enfrenta nuevos desafíos. Estados Unidos ha amenazado con sanciones secundarias a los bancos extranjeros que faciliten transacciones con Rusia, complicando aún más el acceso a repuestos y bienes. Aunque Rusia ha encontrado formas de sortear las sanciones y mantener su economía en funcionamiento, la presión económica continúa. La resiliencia rusa frente a estas adversidades es notable, pero el futuro económico del país sigue siendo incierto.