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La generación de electricidad a partir de fuentes renovables domina el sistema energético uruguayo. El país del cono sur ha sido destacado a nivel internacional por su compromiso con las energías renovables. No obstante, los consumidores del país enfrentan las tarifas más altas del Cono Sur, tanto en el sector residencial como en el industrial.
Según el análisis publicado por SEG Ingeniería en agosto de 2025, la tarifa residencial promedio en Uruguay fue de 269 dólares por megavatio hora (MWh). Este valor ubica al país en el primer lugar de la región, seguido por Chile con 258 dólares, Brasil con 203, Argentina con 112 y Paraguay con 68 dólares por MWh. En el sector industrial, Uruguay también se encuentra entre los más caros, con un promedio de 141 dólares por MWh, mientras que Paraguay mantiene el mínimo con 39 dólares.
Desde el año 2024, Uruguay consolidó su perfil como exportador neto de energía eléctrica, luego de alcanzar un 99% de generación con fuentes renovables. La energía producida es comercializada principalmente a Brasil y Argentina, países que presentan demandas asociadas a eventos climáticos, como las sequías. En el período entre 2016 y 2025, Brasil absorbió el 55% de las exportaciones, mientras que Argentina recibió el 45% restante. En 2021, por ejemplo, una sequía severa en Brasil impulsó colocaciones récord por 435 millones de dólares.
Pese a este flujo sostenido hacia mercados externos, el costo interno para los consumidores continúa elevado. Las tarifas residenciales, según el pliego tarifario de UTE vigente desde enero de 2025, establecen precios por kilovatio hora (kWh) que van desde 6,537 pesos para consumos hasta 100 kWh mensuales, hasta 10,217 pesos para niveles superiores a 600 kWh. Con una tasa de cambio promedio cercana a 40 pesos por dólar, estos valores se traducen en un rango estimado de entre 163 y 255 dólares por MWh.
En comparación con otros países de la región, la estructura tarifaria uruguaya presenta particularidades. Paraguay, con generación hidroeléctrica excedente, sostiene precios considerablemente más bajos. En cambio, Uruguay aplica un esquema que integra costos de generación diversificada, transmisión, distribución y cargas fiscales, lo que incide directamente en el precio final al usuario.
Respecto a los retos del sistema energético, desde el sector renovable advierten sobre la necesidad de planificación ante el aumento sostenido de la demanda. "Uruguay empieza a necesitar nuevas inversiones para acompañar el crecimiento de la demanda y hacer que este sistema, que hoy funciona, pueda seguir en el tiempo", señaló en Ámbito Financiero, Marcelo Mula, vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (Auder).
Contenido actualizado el 09-11-2025 18:19
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