Cómo el cambio climático puede afectar el negocio inmobiliario de los bancos

 23-05-2023
Jorge Cerino
   
Portada | Negocios
Foto: Freepik

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Eventos naturales extremos, como inundaciones, incendios forestales y sequías, representan amenazas significativas para los activos inmobiliarios y la productividad de los negocios dentro de las carteras de los bancos. Así lo señala un reporte de la consultora Bain & Company, donde advierten un incremento de la exposición de los activos inmobiliarios a los riesgos físicos en las siguientes dos décadas.

Según los especialistas, esto probablemente reduzca el valor de las garantías y perjudique la rentabilidad del negocio hipotecario para los bancos. Además, según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), estos fenómenos meteorológicos extremos suceden cada vez más.

Adicionalmente, la Universidad de Lund, con motivo de esta información, contabiliza más de 3 mil millones de personas viviendo en entornos particularmente vulnerables al cambio climático. En este escenario, si los bancos toman medidas adecuadas oportunamente, en términos financieros, podrían mejorar su estabilidad económica, la retención de clientes y el cumplimiento de los estándares regulatorios emergentes, de acuerdo con la consultora.

No obstante, de los 50 principales bancos del mundo, solo el 18 por ciento ha comenzado a integrar la valoración de los riesgos físicos en su estrategia comercial en Europa. Esto pese a adherirse al grupo de trabajo sobre divulgación financiera relacionada con el clima, de la Junta de Estabilidad Financiera, y pese a que la Autoridad Bancaria Europea requiere ahora este tipo de análisis a los bancos, asegura Bain & Company.

La consultora McKinsey & Co coincide en que la transición económica y los riesgos físicos del cambio climático crean la posibilidad de precios erróneos de bienes inmuebles en todos los mercados y activos. Adicionalmente, advierten, que de no tomarse medidas de mitigación, los riesgos climáticos podrían reducir los rendimientos anuales hacia el final de la década hasta en un 40%.

Respecto a la medición y comprensión del alcance de los crecientes riesgos climáticos, Bain & Company señala que las herramientas disponibles para este fin son ahora más confiables. De esta forma, es posible utilizar herramientas tecnológicas para medir el riesgo físico de inundaciones, precipitaciones, viento, calor, incendios forestales, granizo, sequía y frío de una región geográfica determinada, asegura. Por otro lado, McKinsey & Co también recomienda crear nuevas fuentes de valor y flujos de ingresos para inversores, inquilinos y comunidades en función de las necesidades del cambio climático.

El calentamiento global, además de otras consecuencias, podría también impactar a los activos inmobiliarios y, en consecuencia, a las carteras de negocios de los bancos. Por esto, los especialistas hacen cada vez un mayor énfasis en la necesidad de incluir análisis de riesgo físico en sus negocios hipotecarios, ante la creciente magnitud de eventos climatológicos extremos.




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