Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
¿Habrá menos carnita asada en 2026? Las proyecciones del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) indican una disminución de 3.1% en el consumo de carne de res en México, marcada por el aumento de precios, nuevos límites a las importaciones y el impacto del gusano barrenador sobre la producción ganadera nacional.
Durante 2025, el consumo de carne de res alcanzó 2.3 millones de toneladas, lo que representó un incremento de 4.4%. Para 2026, la estimación de Comecarne es de 2.24 millones de toneladas, esto posiciona a la carne de res como la única proteína con caída en demanda dentro del sector cárnico nacional. Si bien los 3 años reciente fueron de crecimiento, el panorama para 2026 se visualiza "más moderado".
A noviembre de 2025, el kilo de carne de res registró un precio promedio de 167 pesos, frente a los 139 pesos observados al cierre de 2024. El alza fue impulsada por diversos factores, entre ellos el brote de gusano barrenador, que afectó la exportación de más de 1.18 millones de bovinos y generó una pérdida económica superior a mil 500 millones de dólares. La afectación redujo la disponibilidad de ganado y presionó la producción nacional, de acuerdo con información presentada por el organismo.
Desde el tercer trimestre de 2025, se registraron aumentos en electricidad (4.2%), empaques plásticos (5.7%), transporte de carga (5.9%) y agua potable (5.7%). Además, los salarios ligados a la cadena productiva cárnica subieron 6.9%, según datos de El Financiero. Estos incrementos se trasladaron a los precios de venta final.
A partir de 2026, el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) dejará de incluir la carne de res y cerdo dentro del modelo de importación sin arancel. En su lugar, se aplicará un sistema de cupos con volúmenes limitados, lo cual, según el Consejo, podría afectar la estabilidad del mercado interno. La directora general del organismo, Macarena Hernández, advirtió que la carne de res y de cerdo deben permanecer en el PACIC para estabilizar el mercado cárnico nacional en 2026. En entrevista con El Heraldo de México para Tiempo de Negocios, explicó que se mantienen en contacto fluido con las autoridades.
El cambio fiscal ocurre tras tres años de reducción en la inflación de carne de res: de 14.1% en 2022 a 3% en 2023 y 0.3% en 2024. Sin embargo, en 2025 la inflación en este producto repuntó a 15.1%, según datos oficiales. Las autoridades no confirmaron si el nuevo esquema cubrirá otras proteínas, aunque versiones preliminares indican que solo el pollo podría mantenerse en el modelo libre de arancel.
Pese a estos ajustes, el consumo total de productos cárnicos continúa en aumento. Comecarne prevé un crecimiento de 2.7% en 2026, inferior al 4.2% registrado en 2025. El pollo y el cerdo lideran esta expansión debido a su mayor disponibilidad y menor precio relativo frente a la carne de res.