Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
México mantiene un rezago estructural en el acceso al financiamiento para pequeñas y medianas empresas (pymes), al ubicarse muy por debajo de otros países de América Latina, pese a ser una de las economías más grandes de la región, advirtió en entrevista con NotiPress Alejandro Toiber, Country Manager de Xepelin México.
De acuerdo con el directivo, el financiamiento privado en México equivale apenas a entre 21% y 22% del Producto Interno Bruto (PIB), una proporción significativamente menor si se compara con economías regionales como Perú, que ronda el 40%, o Chile y Brasil, donde el crédito alcanza entre 70% y 80% del PIB. En contraste, el financiamiento a empresas en Estados Unidos supera el 200%.
"Claramente hay un gap gigantesco de financiamiento pyme en América Latina, y México es uno de los países con menor acceso", señaló Toiber
El directivo explicó que el problema no se limita únicamente a la disponibilidad de crédito, sino a las condiciones bajo las cuales las pymes pueden acceder a él. En ese sentido, explicó que uno de los principales pendientes del país es ofrecer financiamiento de mejor calidad, acompañado de herramientas que permitan a las empresas gestionar de forma más eficiente su operación.
Según el análisis, el acceso al crédito empresarial está estrechamente vinculado con el nivel de madurez financiera de las empresas. Aquellas pymes con mayor control de su flujo de caja, presupuestos definidos y visibilidad financiera en tiempo real tienen mayores probabilidades de obtener financiamiento en mejores condiciones.
En años recientes, explicó Toiber, se observa un cambio gradual en el comportamiento de las pymes mexicanas. Aunque el crecimiento del crédito se ha desacelerado, cada vez más empresas buscan optimizar su capital de trabajo, en lugar de endeudarse para crecer sin una planeación clara, ante un entorno de mayor incertidumbre económica.
No obstante, el rezago en México persiste al compararse con otras economías más desarrolladas. Datos citados por el directivo muestran que la mayoría de las pymes en México aún opera sin herramientas básicas de planeación, lo que limita su resiliencia frente a crisis y reduce su acceso a fuentes formales de financiamiento.
Entonces, el desafío va más allá de que existan opciones de crédito, la clave está en que las empresas estén preparadas para acceder a ellas, detalló Toiber. En su opinión, la adopción de tecnología financiera, sistemas de gestión y procesos más profesionalizados será clave para cerrar la brecha que separa a México de otras economías latinoamericanas en materia de financiamiento empresarial.
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