El efectivo no desaparece tiene rostro digital en la nueva banca mexicana

 05-06-2025
Francisco Vicario
   
Portada | Negocios
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress)

En México, el efectivo sigue siendo el medio de pago dominante, pero su rol dentro del sistema financiero comienza a cambiar. Lejos de desaparecer, se integra a modelos digitales que permiten a usuarios y comercios participar en la economía formal sin renunciar a sus prácticas habituales. Este enfoque híbrido comienza a consolidarse como una solución viable ante la baja bancarización y la informalidad estructural.

Según datos difundidos en el marco de la 88ª Convención Bancaria, el 60% de los mexicanos todavía utiliza el efectivo como forma principal de pago. Sin embargo, plataformas de infraestructura de pagos han demostrado que es posible conectar este recurso físico con servicios digitales accesibles desde tiendas, farmacias o supermercados. "No se trata de eliminar el efectivo, sino de integrarlo con el mundo digital de forma natural, sin fricción", declaró Kevin Litvin, cofundador tapi en un comunicado enviado a NotiPress.

Este modelo también se refleja en la oferta de soluciones enfocadas en el segmento empresarial informal. En entrevista con NotiPress, Alberto Djemal, director general y founder de Klu, explicó que "decir que el efectivo es el enemigo, me parece un poquito crudo y duro" y sostuvo que "el trabajo es justamente empezar a sustituir este efectivo con herramientas de pago, con soluciones que van directamente a estos [comercios] informales".

Klu es una fintech mexicana que desafía a los bancos y crece en América Latina con capital propio.

La integración del efectivo al ecosistema digital ha permitido que herramientas como el pago de impuestos federales a través de aplicaciones móviles o las funcionalidades de cash in–cash out estén disponibles en más de 12 mil puntos físicos. Estos servicios, antes limitados a canales bancarios, ahora forman parte de una red de interoperabilidad que vincula infraestructura tecnológica con hábitos de uso cotidiano.

Para actores del sistema financiero, el desafío ya no consiste en sustituir el efectivo, sino en crear condiciones que permitan su convivencia eficiente con productos digitales. La digitalización implica acceso pero también confianza, flexibilidad y escalabilidad. En ese sentido, la transformación en curso apunta a resolver el rezago sin imponer rupturas, ofreciendo herramientas que formalizan sin excluir y digitalizan sin desplazar. Sin embargo, actores del sector fintech agregadores de pagos en México reclaman que operan sin regulación clara ni actualizada.

Así, el avance de soluciones híbridas redefine el concepto de inclusión financiera en México. Mientras el sistema tradicional continúa adaptándose, las plataformas tecnológicas crean espacios intermedios donde lo físico y lo digital coexisten con eficiencia operativa y alcance nacional. La clave y diferenciación del sector fintech está en la lectura de las necesidades del mercado y su respuesta, factor que la industria bancaria prefiere imponer antes que adaptarse de forma novedosa.




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