Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En 2024, Elon Musk, fundador de Tesla, SpaceX y propietario de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), fue señalado como un aliado clave del presidente electo Donald Trump. Un informe de la BBC analiza cómo el magnate utilizó su influencia y recursos para respaldar iniciativas políticas y financieras en favor de Trump.
La transformación política de Musk comenzó durante la pandemia de Covid-19, un período que marcó un cambio en su percepción del gobierno y las políticas progresistas. En ese contexto, criticó públicamente las medidas restrictivas impuestas en California, describiéndolas como una violación de derechos constitucionales.
En paralelo, eventos personales también influyeron en su postura. Según el informe, se opuso al proceso de transición de género de uno de sus hijos, llevando a criticar valores progresistas que denominó como "el virus del pensamiento Woke". Su descontento se extendió a la moderación de contenido en redes sociales, especialmente tras la suspensión de cuentas como la de The Babylon Bee, un sitio satírico de derecha.
Musk adquirió Twitter en abril de 2022, por 44,000 millones de dólares, un movimiento que justificó como un esfuerzo por proteger la libertad de expresión. No obstante, esta decisión trajo consigo cambios radicales, incluyendo el despido de equipos de moderación de contenido y la reinstauración de cuentas previamente suspendidas como las de Donald Trump, Alex Jones y Andrew Tate.
El informe de la BBC detalla cómo Musk no solo utilizó X para amplificar mensajes políticos, sino también para respaldar financieramente a Trump y sus aliados. Registros gubernamentales indican que donó más de $118 millones a iniciativas pro-Trump, además de realizar aportes directos, como cheques de $1 millón entregados a votantes.
Musk promovió activamente publicaciones favorables a Trump y críticas a sus oponentes. Según la BBC, en julio de 2024, la mayoría de sus publicaciones estaban relacionadas con mensajes políticos, incluyendo afirmaciones no verificadas sobre fraude electoral y críticas a figuras demócratas como Kamala Harris.
La influencia de Musk a través de X no se limitó a Estados Unidos. En Europa, líderes políticos lo acusaron de intervenir en sus asuntos internos al permitir que figuras de extrema derecha como Alice Weidel, líder del partido alemán antiinmigración, utilizaran la plataforma para expandir su alcance. También criticó públicamente al canciller alemán Olaf Scholz en un momento crítico previo a elecciones en el país.
En contraste, Musk accedió a eliminar contenido en países como India y Turquía a petición de sus gobiernos, lo que generó acusaciones de hipocresía. Aunque se autodenominó un "absolutista de la libertad de expresión", su postura fue cuestionada debido a estas decisiones.
Los cambios en X tuvieron un impacto significativo en la red social. Según el informe, la plataforma perdió anunciantes y usuarios, lo que redujo drásticamente su valor. Sin embargo, Musk se convirtió en la cuenta más seguida, usando esta visibilidad para promover sus opiniones y causas.