Ciudad de México ,
Andrés Zimbrón
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Una de las herramientas tecnológicas más importantes para las industrias 4.0 es la inteligencia artificial (IA). Según la consultora McKinsey, las empresas que que adopten la IA durante los próximos cinco años dominarán la economía mundial de 2030, con un aumento del 120 por ciento de flujo de efectivo. Es decir, la IA tendrá un impacto económico para las empresas de más de 16 mil millones de dólares.
Rajen Sheth, gerente de productos en el área de inteligencia artificial de Google Cloud, afirmó en un video publicado por la compañía de Mountain View que la inteligencia artificial es capaz de generar un mayor valor a cualquier empresa siempre y cuando conozca sus fortalezas e identifique dónde colocar estratégicamente la IA.
"Para sacar el mayor provecho de esta tecnologías es primero concentrarse en los problemas a resolver en lugar de solo en el uso de la tecnología", subrayó Sheth quien trabaja con empresas emergentes para ayudarlas a implementar la inteligencia artificial a gran escala a fin de superar los obstáculos durante el proceso de emprendimiento.
Este ejecutivo destacó las cifras del estudio de Mckinsey, los cuales anticipan que las organizaciones a nivel global adopten la inteligencia artificial en sus procesos de trabajo. Según la consultora, el 90 por ciento de las empresas emplearán algún tipo de inteligencia artificial en sus líneas de producción tratando de mejorar sus productos o servicios, aunque todavía existen barreras que afectan al desarrollo de las IA en países de la región de América Latina.
Cabe señalar que la IA, además de automatizar los procesos y mejorar la captura de información esencial para una compañía, tiene la capacidad de acelerar la productividad hasta un 40 por ciento, según Mckinsey. El impacto de la implementación de la IA en el mundo es cada vez más latente y, procesos que en un inicio necesitaban de un número importante de analistas, hoy son hechos por ordenadores de forma automática.
La inteligencia artificial es una herramienta que ayuda a las grandes empresas como Google, Facebook, Apple, Amazon, Microsoft, cinco de las denominadas big tech, a cimentar su presencia dominante en los mercados de tecnología. Pero también es una herramienta fundamental para que pequeñas y medianas empresas de todos los sectores puedan competir durante los próximos años con miras al año 2030, cuando se espera un importante aumento en la adopción de la IA gracias a sus beneficios en términos de competitividad, reducción de costos y mejoras en la eficiencia.