
Foto: Axel Olivares (Composición/NotiPress)
El 90% de las empresas mexicanas ya implementa inteligencia artificial en distintas áreas operativas, informó la consultora IDC. Este dato impulsa un debate creciente en el mundo corporativo: ¿puede la precisión algorítmica ofrecer mejores resultados que la toma de decisiones ejercida por directivos? La adopción se extiende en procesos donde la rapidez y exactitud determinan ventajas competitivas, desde prevención de fraude hasta gestión de inventarios.
Igualmente, en el sector financiero, el análisis predictivo basado en esta tecnología detecta patrones asociados a riesgos y comportamientos irregulares antes de que generen pérdidas. Empresas minoristas utilizan sistemas predictivos para ajustar niveles de inventario y optimizar la distribución de mercancías. En marketing, la personalización de mensajes y promociones depende de modelos estadísticos y algoritmos de aprendizaje automático capaces de segmentar audiencias en tiempo real.
Orion Innovation, compañía global especializada en transformación digital y desarrollo de productos, detalló cómo el análisis predictivo procesa grandes volúmenes de datos históricos y actuales con el fin de anticipar tendencias y facilitar decisiones estratégicas. Según la firma, la correcta implementación requiere integrar la tecnología en todos los niveles organizativos para obtener beneficios sostenibles.
Mario Saldivar, COO de Latinoamérica en Orion Innovation, afirmó: "La inteligencia artificial no es una promesa futura, sino una herramienta actual que está cambiando radicalmente cómo se toman decisiones". De acuerdo con información para NotiPress, la clave radica en desarrollar modelos ajustados al contexto de cada organización y en seleccionar herramientas capaces de impactar directamente en los indicadores de productividad.
Entre los principales retos para una integración eficaz, Saldivar enumeró la escasez de talento especializado, infraestructura tecnológica desigual y necesidad de mayor coordinación entre áreas de datos, operaciones y estrategia. Estas barreras dificultan el paso del interés inicial a la aplicación práctica dentro de las empresas.
Además del componente técnico, la incorporación de esta tecnología implica un cambio cultural dentro de las jerarquías corporativas. Requiere liderazgo desde los niveles directivos y estructuras flexibles los cuales permitan decisiones cada vez más automatizadas y respaldadas por análisis de datos. En este escenario, la inteligencia artificial se presenta como complemento del juicio humano, aportando agilidad y exactitud sin reemplazar la experiencia ejecutiva en la interpretación de variables complejas.
IDC prevé que la inversión en plataformas de inteligencia artificial en México alcanzará 98 millones de dólares en los próximos dos años, lo cual reforzará su presencia en sectores clave. Con estas cifras, la tensión entre la precisión de los algoritmos y la perspectiva humana continuará marcando discusiones en las juntas directivas, donde el equilibrio entre tecnología y experiencia será determinante para la competitividad de las empresas mexicanas que integren IA de forma estratégica.
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