Ciudad de México,
Patricio Contreras
Crédito foto: Patricio Contreras (NotiPress)
Durante un evento a la prensa con acceso a NotiPress, representantes de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC) discutieron algunas perspectivas para el año 2021 en cuanto a la industria de las semillas. Los ponentes pusieron especial atención a la necesidad de impulsar el campo por medio de innovación del mejoramiento vegetal, así como de generar regulación estatal al respecto. Ello, con miras a incrementar la seguridad y autosuficiencia alimentaria del país de forma sostenible.
No obstante, México se enfrenta a varios desafíos para lograr este objetivo, de acuerdo con los ponentes. Entre ellos, destaca una vez más la falta de marco regulatorio con respecto al aprovechamiento de vegetales mejorados y semillas modificadas. De igual manera, pusieron atención a la proliferación de semillas pirata, misma que ocasiona a la industria semillera pérdidas de hasta 10 mil millones de dólares anuales.
Ante esta situación, Mario Puente Raya, director ejecutivo de AMSAC, detalló algunos aspectos que esta asociación busca promover en materia de legislación y regulación. Principalmente, promover reformas a la Ley Federal de Variedades Vegetales (LFVV), promulgada en 1996 bajo el contexto del TLCAN, y que requiere actualizaciones sensibles a las nuevas tecnologías de cultivo.
Una de las más importantes es el mejoramiento vegetal por medio de técnicas como la edición CRISPR, que permite acelerar este proceso (de 12 generaciones, a una sola) que, en circunstancias naturales, toma un tiempo muy largo. Este, permite criar especies vegetales modificadas según una selección de características deseadas, como un mayor potencial nutricional o resistencia a las plagas. Si bien estas técnicas pueden contribuir a combatir el desabasto y la desnutrición, Marlene Ortiz, coordinadora técnica en AMSAC, rescató, "No es el único punto que hay que tener en cuenta, pero sin duda es algo que puede contribuir mucho a un mundo cada vez más complicado por cuestiones de cambio climático"
Sobre la piratería de semillas, Emmanuel Ibarra, coordinador de pymes, detalló algunas afectaciones a la industria que genera la piratería de semillas. Principalmente, ocasionan al agricultor bajos rendimientos en sus cosechas y la posibilidad de daño permanente al suelo. Ello, impacta en su seguridad alimentaria, en sus ganancias y desincentiva la inversión en producción de semillas modificadas de calidad.
Por otra parte, también mencionaron algunas áreas de oportunidad para el país en términos de comercio internacional. Pese al potencial del campo mexicano, existen déficits de producción de algunos cultivos como el arroz, grano del cual importamos el 60% para consumo nacional. Mario Puente Raya, director ejecutivo, enfatizó al respecto que "sin aprovechar las semillas mejoradas, no se puede hablar de incrementar la seguridad alimentaria".
Mencionó Puente Raya también que se ha buscado promover estas reformas a la ley en conjunto con la Comisión de desarrollo de la cámara de diputados, presidida por Heraclio Rodriguez. Sin embargo, existe poco avance en cuanto a la discusión en pleno de un nuevo conjunto de regulaciones. Los ponentes, finalmente, rescataron la importancia de la colaboración entre sector privado, pequeños productores y gobierno en la construcción de una estrategia alimentaria. Una que tome en cuenta el desarrollo sostenible y aproveche el potencial del campo mexicano para la autosuficiencia a través de tecnologías como el mejoramiento vegetal.