Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
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Recientemente, la desarrolladora Raven Software, firma encargada de Call of Duty y parte de Activision Blizzard, se convirtió en el primer sindicato formado por una empresa de videojuegos en Estados Unidos. Con la ayuda de Communications Workers of América (CWA), los trabajadores de Raven Software lanzaron el Game Workers Alliance enfocado en mejorar las condiciones de los empleados en la industria de videojuegos.
Los miembros están pidiendo a la nueva administración que reconozca su sindicato ya marcado por el primer cambio, cuando Microsoft adquirió Activision Blizzard por 69 mil 700 millones de dólares. Pero tras la histórica compra, Activision Blizzard se ha visto envuelta en una controversia en medio de las investigaciones en curso por escándalos de acoso sexual.
Esta situación comenzó a sentar una base para la solidaridad de los trabajadores a través de grupos como la Alianza de los Trabajadores de ABK. Cuando Raven Software despidió a 12 contratistas a principios de diciembre de 2021, el estudio con sede en Washington organizó una huelga la cual continúa.
Onah Rongstad, jefa de calidad en Raven Software, explicó a Techcrunch que su valía como trabajadores era un papel crucial en la industria de los videojuegos. Por ello, decidieron organizar un sindicato para demostrar que no son una parte desechable de la industria.
Activision Blizzard enfrentó otra huelga en julio de 2021, cuando las trabajadoras de la firma denunciaron actos de acoso sexual, mala conducta y discriminación por motivos de género. Para las empleadas, la respuesta por parte de la compañía fue insatisfactoria y presentaron cuatro demandas como parte de la huelga, entre ellas, crear procesos de contratación y promoción para puestos clave en la empresa.
El nivel de organización de trabajadores en la industria de los videojuegos tiene pocos precedentes a pesar del abuso de horarios de trabajo o implementar despidos masivos tras cierre de estudios. Hace solo un mes, se formó la primera unión de videojuegos reconocida voluntariamente en Estados Unidos cuyo estudio independiente Vodeo Game, es parte también de la CWA.
Ante los problemas con los trabajadores, Activision Blizzard no se ha pronunciado al respecto, y la nueva administración tampoco ha dado una declaración sobre la situación de huelga que vive la compañía. Sin embargo, el nuevo sindicato espera que existan soluciones a corto plazo para los trabajadores quienes consideran haber sufrido malos tratos por parte de la firma.
Todavía está por verse si Activision Blizzard reconocerá voluntariamente a la Game Workers Alliance, si decide hacerlo, entonces no necesitarán una elección sindical y podrán comenzar una negociación colectiva. Si la empresa opta por no reconocerlos, entonces el sindicato puede llevar a cabo una elección a través de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos.