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Durante los últimos años se han popularizado las ciudades inteligentes, las cuales emplean tecnologías de última generación para perfeccionar la sostenibilidad, impulsar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, para conseguirlo es necesario emplear la conectividad inalámbrica fija y Wi-Fi robusta. Por ello la recopilación de datos, la realización de análisis y la toma rápida de decisiones serán esencial en las ciudades inteligentes en los años próximos. En ese sentido, será crucial todo aquello que pueda cuantificarse para su construcción, tales como la velocidad y densidad el tráfico, variables del clima, contaminantes y diversas circunstancias medioambientales. Dicha información se transmitirá a los centros de operaciones y así se crearán predicciones basadas en algoritmos para la toma de decisiones.
El auge de las ciudades inteligentes se debe a una expansión en las zonas urbanas. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el 2030 se espera que el 60 por ciento de la población mundial viva en ciudades. Bajo ese contexto, todas las urbes en el mundo se están enfrentando a retos similares en los sectores de transporte, seguridad pública y educación. Así como en el bienestar general de los ciudadanos y las industrias.
Con el fin de conseguir las soluciones, las ciudades inteligentes buscan incorporar millones de sensores en lugares estratégicos, y así proporcionar la información necesaria de manera constante. El medio ideal para conseguirlo es una red inalámbrica, porque brinda la flexibilidad de conectarse a larga y corta distancia. También por su rendimiento de alta capacidad que soporta simultáneamente aplicaciones de vídeo, voz y datos. Asimismo son más rentables al desplegarse rápidamente y producir valor pronto en comparación con la infraestructura de cable o fibra.
Se puede pensar en la conectividad como un "tejido inalámbrico", según explicó Arturo Herrera, manager técnico en Cambium Networks CALA al equipo de NotiPress. Con dicha alegoría se puede comprender que la cobertura inalámbrica se ira adaptando a las necesidades de su entorno. En ese sentido, la red se diseña con el fin de satisfacer la demanda pensando en las necesidades a largo plazo de compartir datos entre múltiples aplicaciones. Por su parte, las redes inalámbricas cuentan con radios especializadas y optimizadas para diferentes apps. Así como la tecnología idónea, la cual debe ser resistente y accesible a corto plazo y continuar funcionando conforme la demanda incrementa y evoluciona.
En algunas ciudades inteligentes se han implementado soluciones inalámbricas con el fin de generar un tejido de conectividad flexible. Por ejemplo, Chicago y Cleveland junto con la Oficina de Gestión de Emergencias y Comunicación (OEMC) extendió su sistema de videovigilancia en ambas ciudades. Asimismo, parques públicos, centros comerciales y eventos públicos cuentan con redes de WiFi de alta capacidad. También se ha implementado en los centros de control de tráfico para adquirir información inmediata sobre este y transmisión de video para gestionar los carriles. De igual forma los servicios públicos se ven beneficiados porque las soluciones inalámbricas leen los contadores y las condiciones, así como gestionan las redes de área de campo. Otra utilidad es la adaptación a las necesidades de la industria local y en las zonas rurales es un solución por sus bajos costos.
Por medio de estas soluciones las zonas urbanas también se ven beneficiadas por la creación de empleos en las áreas de instalación de equipos, gestión y diseño de nuevos servicios. Por su parte en las zonas rurales se podrá eliminar la brecha digital y de esa forma proveer acceso igualitario a las oportunidades.
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