
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Una nueva molécula con potente acción antibacteriana fue descubierta en una muestra de suelo recolectada en el jardín de un técnico de laboratorio, según reveló un estudio publicado en la revista Nature. Denominada lariocidina, esta sustancia fue identificada por investigadores dirigidos por Gerry Wright, biólogo químico de la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá. Su hallazgo aporta nuevas perspectivas en la lucha contra la resistencia bacteriana, un fenómeno creciente que compromete tratamientos médicos en todo el mundo.
La investigación se centró en la búsqueda de microbios capaces de eliminar patógenos mediante mecanismos poco conocidos. Las muestras fueron almacenadas en placas de Petri durante un año y posteriormente expuestas a Escherichia coli, una bacteria intestinal común. Una de las muestras mostró una fuerte actividad antibacteriana, atribuida a una especie del género Paenibacillus.
Análisis genómicos y estructurales indicaron que esta bacteria produce una molécula de la clase de los péptidos con forma de lazo. "Es una estructura bonita, muy compacta e increíblemente robusta", afirmó Wright. La lariocidina actúa uniéndose al ribosoma bacteriano y al ARN de transferencia, interfiriendo en la lectura del código genético. Esto provoca la producción de proteínas defectuosas, algunas de las cuales resultan letales para las bacterias.
En pruebas de laboratorio, lariocidina demostró efectividad contra diversos patógenos, incluidas cepas multirresistentes, sin evidencias de toxicidad para células humanas. En modelos murinos infectados con Acinetobacter baumannii C0286, resistente a antibióticos de último recurso, los ratones tratados con lariocidina sobrevivieron al menos 48 horas, mientras que los no tratados fallecieron antes de las 28 horas.
"La crisis de resistencia a los antibióticos es una amenaza existencial para la medicina", sostuvo Wright. Según datos de 2021, la resistencia antimicrobiana se relacionó con 1,1 millones de muertes en el mundo, y las proyecciones indican que podrían aumentar a 1,9 millones para 2050.
Kim Lewis, microbiólogo de la Universidad Northeastern en Boston, destacó la importancia del hallazgo: "Hay cosas increíblemente interesantes escondidas a simple vista". Además, añadió: "Les doy todo el crédito por saber qué buscar".
Los científicos continúan trabajando para mejorar la eficacia del compuesto. "Como recién descubierto, es bastante bueno", expresó Wright, quien explicó que el objetivo es reducir la dosis necesaria para obtener un efecto terapéutico. También mencionó la necesidad de estudios adicionales para comprender cómo se metaboliza y elimina la molécula en el organismo.
Dado su tamaño, los investigadores anticipan que será necesario desarrollar versiones más pequeñas que mantengan la eficacia antibacteriana con menos riesgo de efectos no deseados. "Las compañías farmacéuticas probablemente querrán encontrar formas de crear versiones más pequeñas", señaló Lewis.
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