Detectan por primera vez una toxina en el aire de América del Norte

 09-06-2025
Martín Olivera
   
Foto: Gustavo Torres (NotiPress)

Foto: Gustavo Torres (NotiPress)

Investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder detectaron por primera vez parafinas cloradas de cadena media (MCCP) en el aire del hemisferio occidental. El hallazgo se realizó en una región agrícola de Oklahoma y se publicó en la revista científica ACS Environmental Au.

Durante una campaña de campo, el equipo instaló un espectrómetro de masas de ionización química de nitrato, que permitió medir compuestos químicos presentes en el aire las 24 horas del día durante un mes. Mientras analizaba los datos, el investigador Daniel Katz notó patrones isotópicos inusuales que, tras una revisión detallada, fueron identificados como MCCP.

"Como científico, es muy emocionante encontrar algo tan inesperado como esto, que no buscábamos", afirmó Katz, estudiante de doctorado en química y autor principal del estudio.

Las MCCP son compuestos orgánicos tóxicos utilizados en fluidos para metalurgia, PVC y textiles. Se detectan comúnmente en aguas residuales y pueden terminar en fertilizantes biosólidos, también conocidos como lodos de depuradora.

"Cuando los lodos de depuradora se esparcen por los campos, estos compuestos tóxicos podrían liberarse al aire", explicó Katz. "No podemos demostrar directamente que esto esté sucediendo, pero creemos que es razonable que terminen en el aire".

Este hallazgo de contaminantes representa un avance en el monitoreo atmosférico, dado que no se habían documentado previamente en esta región del hemisferio occidental. Si bien otros contaminantes fueron medidos en la Antártida y Asia, su presencia en América del Norte no había sido confirmada.

Las parafinas cloradas de cadena corta (PCCC), compuestos relacionados con las MCCP, ya están reguladas por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) desde 2009 y por el Convenio de Estocolmo. Los investigadores consideran que dicha regulación pudo haber incentivado el uso de MCCP como sustitutos.

"Siempre tenemos estas consecuencias imprevistas de la regulación: al regular algo, sigue existiendo la necesidad de los productos que lo contenían", señaló Ellie Browne, profesora de química, becaria del CIRES y coautora del estudio. "Así que son reemplazados por algo".

Katz indicó que la estructura química de los MCCP guarda similitudes con los PFAS, conocidos por su resistencia a la degradación y su persistencia en el ambiente. La reciente preocupación por estas sustancias llevó al Senado de Oklahoma a prohibir el uso de fertilizantes biosólidos.

"Los identificamos, pero aún desconocemos con exactitud su efecto en la atmósfera, y es necesario investigarlos más a fondo", concluyó Katz. "Creo que es importante que sigamos contando con agencias gubernamentales capaces de evaluar la ciencia y regular estas sustancias químicas según sea necesario para la salud y la seguridad públicas".




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