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Debido a la pandemia de Covid-19, se registró una disminución de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de origen fósil. Según un artículo publicado en la revista científica Earth System Science Data, el confinamiento causó una disminución estimada de 2.4 mil millones de toneladas durante 2020. Los investigadores señalan que se trata de una disminución récord comparada con las disminuciones registradas en otros años.
Según registros anteriores, en 1981 y 2009 la disminución registrada fue de 500 mil toneladas, de 700 mil en 1992 y 900 mil en 1945. Esto se traduce en una reducción del 7% en las emisiones de dióxido de carbono fósil en 2020, comparado con los niveles de 2019. Dentro de esta cifra, las emisiones correspondientes al transporte representan la mayor parte. En particular, las emisiones de transportes de superficie, como el automóvil, se redujeron aproximadamente a la mitad durante el pico de los confinamientos por la pandemia de Covid.19. Para diciembre de 2020, las emisiones del transporte terrestre y de aviación todavía se registran por debajo de los niveles de 2019, aproximadamente un 10% y un 40% respectivamente.
La investigación pone en contexto la reducción con los Acuerdos de París de la Organización de las Naciones Unidas, que tiene el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto para limitar los efectos del calentamiento global, estableciendo la necesidad de recortar alrededor de mil millones a dos mil millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, en promedio, entre 2020 y 2030. Cinco años después de firmado el acuerdo, se ha comenzado a registrar un aumento más lento, en los últimos años, de las emisiones de dióxido de carbono. Durante la década previa a 2020, esta desaceleración se dio en 24 países mientras la economía continuó en crecimiento.
No obstante, los investigadores temen una reaceleración de las emisiones durante 2021 y en años siguientes, debido a las acciones para estimular la economía global en respuesta a la pandemia de Covid-19. De acuerdo a este análisis, hacia finales de 2020, las emisiones de dióxido de carbono ya comienzan a regresar a los niveles de 2019. En este sentido, los investigadores recomiendan estimular la economía, hacia el final de la pandemia, de formas que también ayuden a reducir las emisiones y hacer frente al cambio climático. Esto incluye incentivos para acelerar el despliegue de automóviles eléctricos y energías renovables. También el apoyar la caminata y el ciclismo en las ciudades.
Investigaciones actuales ya alertan de las consecuencias del cambio climático en un escenario donde las emisiones de dióxido de carbono continúan creciendo aceleradamente. Entre las alertas que hacen, se incluyen consecuencias negativas para la migración en países de bajos y medianos ingresos. También un incremento en la cantidad de inundaciones al año en regiones ocupadas por viviendas asequibles, por lo cual es importante tomar acciones a nivel global para aminorar estos efectos.
Aunque la pandemia de Covid-19 haya causado una disminución en las emisiones de dióxido de carbono (CO2), este efecto podría no continuar en 2021 si no se toman medidas. En este sentido, expertos plantean la importancia de considerar la sostenibilidad y el cambio climático al llevar a cabo planes para la reactivación económica para superar la crisis de la Covid-19.
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