Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Estados Unidos mantuvo una posición destacada en el ámbito de la ciencia y la tecnología a nivel mundial durante décadas, y hoy en día sigue siendo un referente en estos campos. En los últimos cinco años, el país ganó más premios Nobel en ciencias que cualquier otro, liderando innovaciones como las vacunas contra el coronavirus y la creación de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT. Además, este 2024, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) de EE. UU. se espera que alcance un billón de dólares, la cifra más alta a nivel global.
Sin embargo, aunque el país sigue atrayendo a científicos de todo el mundo, con un 43% de doctores en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y medicina) nacidos en el extranjero, algunos expertos alertan sobre la creciente competencia, especialmente de China. Marcia McNutt, presidenta de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU., expresó recientemente que "la ciencia estadounidense está perdiendo la carrera por el liderazgo mundial". Y es que China ya superó a Estados Unidos en varios indicadores clave, como la producción de artículos científicos y las solicitudes de patentes internacionales.
El creciente desafío de China
China incrementó de manera significativa su inversión en I+D, acercándose a los niveles de gasto de Estados Unidos con más de 800 mil millones de dólares invertidos en 2022. Este aumento permitió que avance en áreas como las ciencias de la computación y materiales, donde las inversiones estadounidenses fuero más bajas en años recientes. De hecho, un informe de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) revela que China ya lidera en la cantidad de doctorados otorgados en estas disciplinas.
La importancia del talento internacional
Históricamente, Estados Unidos dependió del talento extranjero para impulsar su desarrollo científico. Más de un tercio de los doctorados en ciencias e ingeniería son otorgados a estudiantes internacionales. No obstante, las políticas migratorias y la creciente competencia global están influyendo en la percepción del país como destino para investigadores. Por ejemplo, durante la administración de Donald Trump, algunas restricciones como la Iniciativa China afectaron la capacidad de atraer talento, generando preocupaciones sobre el futuro de la ciencia en Estados Unidos.
Mirando hacia el futuro el liderazgo científico de Estados Unidos depende en gran medida de las políticas que implementen el próximo presidente y Congreso. Con elecciones próximas, el apoyo a la financiación de la ciencia y las políticas migratorias serán claves para mantener la competitividad. En este contexto, los expertos señalan que, independientemente del resultado, es fundamental fortalecer la inversión en investigación básica y asegurar un entorno favorable para atraer a los mejores talentos del mundo.
En un mundo cada vez más competitivo, Estados Unidos se enfrenta al reto de adaptarse y fortalecer su liderazgo, mientras otras naciones, como China, continúan aumentando su influencia en el ámbito científico global.
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