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La NASA alertó sobre una tormenta solar que impactará la Tierra. En los últimos días, hasta cuatro eyecciones de masa coronal (CME) proyectadas por el Sol viajan en dirección al planeta. La más potente se produjo el martes 28 de noviembre, alcanzando una categoría M9.8.
Según la agencia aeroespacial, las consecuencias de estas tormentas solares podrán percibirse en la Tierra desde el 30 de noviembre. Incluso, ya se estarían produciendo problemas en las comunicaciones por radio de onda corta en ciertas zonas del Pacífico Sur. El punto álgido de estas llamaradas solares serán el 1 de diciembre, cuando la energía viaje a 800 km/s.
El impacto de las llamaradas solares, no solamente ocasionaría problemas en la comunicación. Las auroras boreales podrían producirse mucho más al sur de lo que es habitual, señalaron los expertos.
¿Qué produce las llamaradas solares?
Para comprender a las llamaradas solares, es importante entender que, como toda estrella, el Sol cuenta con gases cargados eléctricamente, los cuales generan poderosos campos magnéticos. Estos gases se encuentran en constante movimiento, lo cual ocasiona que se retuerzan en los campos magnéticos, llegando a crear una actividad en su superficie.
Este ciclo solar se produce cada 11 años, generando manchas solares por la inversión del campo magnético del Sol. Es decir, regiones del Sol tienen temperatura más baja que sus alrededores y muestran una intensa actividad magnética. Al acercarse, estas se enredan, entrecruzan y reorganizan, causando repentinas explosiones, conocidas como fulguraciones o llamaradas solaras.
Las llamaradas solares son intensos estallidos de radiación procedente de la liberación de energía magnética, las cuales están asociadas con estas manchas solares. Son explosiones más grandes que pueden observarse en el sistema solar. Son áreas brillantes en el sol y puede durar minutos y otros hasta horas.
De acuerdo con el brillo en las longitudes de onda de los rayos X, los científicos las clasifica. Existen tres categorías, la X son grandes y se trata de eventos importantes, los cuales pueden provocar apagones de radio a nivel mundial y tormentas de radiación de larga duración. Por su parte, la clase M son de tamaño mediano y pueden causar breves apagones de radio, los cuales afectan a las regiones polares de la Tierra. Las llamaradas de clase C son pequeñas y tienen pocas consecuencias notables en el planeta.
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