Foto: Wirestock vía Freepik
Según un estudio publicado en Nature Climate Change, es probable que la selva amazónica esté perdiendo resiliencia y podría llevar a un punto de inflexión, como sugieren datos de imágenes satelitales. Aproximadamente en tres cuartas partes de la selva la capacidad de recuperarse de perturbaciones ha disminuido desde principios de la década, una situación preocupante de acuerdo a los investigadores.
Dicha pérdida de resiliencia en el Amazonas se debe al estrés de una combinación de tala y quema, mencionan en un comunicado del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático. Esta merma en la capacidad de recuperación se observa desde principios de la década de 2000, aunque no puede predecirse cuándo podría ocurrir una transición de selva tropical a sabana, detallan especialistas. Consideran además que para cuando sea visible este tipo de cambio en el Amazonas será demasiado tarde para revertirlo.
Aunque desde una perspectiva general un sistema puede parecer estable, el análisis más detallado revela pérdida de resiliencia, particularmente a través de cambios en la biomasa y la productividad de la vegetación. La influencia del cambio climático antropogénico no se puede determinar con claridad hasta el momento, pero es probable que tenga una gran importancia en el futuro y conduzca a un punto de inflexión, explican los investigadores. En este sentido, las áreas más secas de la selva tienen un mayor riesgo en comparación con las más húmedas, afirman.
Otras investigaciones también advierten de un problema de pérdida de vegetación en la selva amazónica en tiempos recientes. Tal es el caso de un estudio publicado en la revista British Ecological Society, donde investigadores exponen las causas de la muerte de árboles en el borde sur del Amazonas. Según los autores, más del 70% de estos árboles ya tenían copas severamente rotas y dañadas por el cambio climático años antes de morir.
La selva del Amazonas alberga gran cantidad de biodiversidad, influye en las lluvias de Sudamérica y almacena grandes cantidades de carbono, subraya el comunicado del Instituto Potsdam. Una muerte, incluso parcial, de la selva liberaría este carbono como gases de efecto invernadero, contribuyendo a un mayor calentamiento global.
Especialistas del instituto consideran que esto hace de la problemática un asunto de relevancia global, particularmente por las advertencias recientes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC). Según la organización, incluso un aumento temporal del calentamiento global por arriba del límite de 1.5 grados Celsius generará impactos graves adicionales, algunos irreversibles.
Como señala la evidencia de dichos estudios, la vegetación en el Amazonas actualmente se ve afectada en su resiliencia. Por su papel en la regulación del clima, la pérdida de esta selva podría llevar a un punto de inflexión en términos de cambio climático y calentamiento global, como plantea el IPCC.
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