Por qué la desinformación ciudadana facilita los fraudes digitales y cómo prevenirlos

 27-12-2025
Sergio F Cara (entrevista: Héctor Polanco)
   
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

La falta de cultura digital representa uno de los factores más críticos que facilitan fraudes y cibercrímenes, advirtió Brenda Cuevas en entrevista con NotiPress, especialista en ciberseguridad de la empresa Protect Hub. La experta alertó que tanto ciudadanos como empresas enfrentan ataques constantes debido a una débil comprensión sobre riesgos digitales y legislación aplicable.

Cuevas aseguró que el principal problema radica en no dimensionar qué constituye un fraude y cuál es su impacto real. "No saber identificar el impacto de un fraude, de un riesgo, de un cibercrimen, de un ciberataque, es lo que hace que retrocedamos o involucionemos respecto a transformación digital o tecnológica".

Desde su perspectiva, existe un vacío entre lo que se desconoce y lo que se debería saber. Esa brecha permite que ciberdelincuentes aprovechen vulnerabilidades básicas, como aceptar términos y condiciones sin leer, usar contraseñas débiles o repetir correos electrónicos para distintos servicios. "Aprender a proteger nuestros datos, generar contraseñas seguras… es como dejar ventanas y puertas abiertas si no lo hacemos correctamente".

Las aplicaciones conocidas como montadeudas son uno de los ejemplos más alarmantes. Según la especialista, estos sistemas acceden ilegalmente a información del dispositivo del usuario. Esto incluye contactos, imágenes, conversaciones e historial de llamadas, que luego se usan en técnicas de extorsión o chantaje. "Ignoramos cuáles son los procesos, pues nos dejamos también manipular, envolver… ha habido casos de suicidio".

Para Alan Ramírez Flores, presidente de la Asociación de Profesionales en Cobranza y Servicios Jurídicos (APCOB), el riesgo puede verse como algo sistémico por dos situaciones. En el caso de préstamos mediante apps, la falta de educuación financiera es un problema. En segundo lugar, por no analizar si las apps se encuentran reguladas.

Además de los riesgos financieros, Cuevas destacó el impacto en salud mental y la vida misma, tanto en profesionales como personas. Algunas víctimas enfrentan ciberacoso, ataques organizados e incluso amenazas por parte del crimen digital, sin recibir atención inmediata por parte de las autoridades.

Las fallas institucionales también contribuyen a la crisis. La especialista mencionó que la Ley Fintech (promulgada en México en marzo de 2018) es obsoleta frente a las nuevas tecnologías, mientras la desaparición del INAI dejó desprotegida la política de datos personales. "La protección de datos se deja como un requisito más, no como parte de la agenda".

En ese contexto, acentuó la necesidad de integrar una estrategia nacional que incluya educación ciudadana, regulación efectiva y protección tecnológica. Además, advirtió que ciertos grupos como mujeres víctimas de violencia, personas en zonas rurales o comunidades indígenas carecen de herramientas para defenderse digitalmente.

Como medida urgente, la experta pidió fomentar el aprendizaje básico en seguridad digital entre la población. "Minimizar y decir yo soy un ciudadano cualquiera, alguien no me va a venir a hackear porque tengo 50 pesos en mi cuenta, es un sesgo". Por el contrario, eso incluye a las personas en el grupo de usuarios potencialmente vulnerables, explicó. La alfabetización digital, entonces, no es opcional, sino básico para reducir la exposición al fraude y garantizar derechos en el entorno digital.




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