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Científicos de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido demostraron que el ejercicio produce una proteína llamada interleucina-6 (IL-6) la cual puede reducir los riesgos de contraer cáncer de intestino. Sam Orange, coautor del estudio afirmó que cuando la actividad física es constante durante un tiempo prolongado se libera la IL-6 para reparar el ADN de las células dañadas reduciendo el cáncer.
Para ratificar esta teoría, los expertos realizaron un pequeño estudio en las universidades de Newcastle y York St John donde reclutó a 16 hombres entre 50 y 80 años de edad. Todos compartían un factor común, el riesgo de contraer cáncer de intestino debido a su estilo de vida el cual iba desde sobrepeso y obesidad grado IV, hasta ser completamente sedentarios.
Luego de proporcionar una muestra de sangre inicial, los voluntarios pedalearon en bicicletas fijas durante 30 minutos a una intensidad moderada. Al finalizar la prueba física, los científicos volvieron a recoger una muestra de sangre tan pronto como terminaron de pedalear.
Como una medida de control, un día separado, los especialistas tomaron más muestras de sangre antes y después de que los participantes tuvieran un descanso. Aunado a ello, se realizaron pruebas para ver si el ejercicio alteraba la concentración de proteínas cuyo fin es combatir el cáncer en la sangre en comparación con las muestras en reposo.
Tras los análisis, el resultado fue que había un aumento en la proteína IL-6, durante 48 horas que monitorearon las pruebas en un laboratorio. Las muestras recolectadas de sangre inmediatamente después del ejercicio ralentizaron el crecimiento de las células cancerosas en comparación a las muestras tomadas en reposo.
De igual manera, las muestras de sangre de ejercicio no solo redujeron el crecimiento del cáncer, también aminoraron la extensión del daño del ADN. Esto sugiere que la actividad física tiene la virtud de reparar las células para crear un tipo de célula genéticamente estable.
"Comprender mejor estos mecanismos podría ayudar a desarrollar pautas de ejercicio más precisas para la prevención del cáncer", afirmó el doctor Orange. Asimismo, precisó que también podría ayudar a desarrollar tratamientos farmacológicos los cuales pudieran imitar algunos beneficios para la salud del ejercicio.
Datos de la Universidad de Newcastle revelan que en Reino Unido el cáncer de intestino está en la posición número cuatro de los más comunes en el país. Alrededor de 42 mil 900 personas son diagnosticadas con cáncer de intestino en Reino Unido cada año, en otras cifras, 120 de británicos cada día.
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