Ciudad de México,
Fernanda Martínez
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Distintos gobiernos alrededor del mundo restringen el acceso a la internet para influir o disuadir el comportamiento de los ciudadanos. Países como China, Pakistán, India o Venezuela, han aplicado esta táctica en reiteradas ocasiones.
En diciembre de 2010, el mundo fue testigo de como el internet podía cambiar el rumbo de un país. Durante la Primavera Árabe, las redes sociales y la web fueron usadas para compartir información y coordinar protestas en tiempo real, logrando superar la censura de los medios de comunicación estatales.
Como resultado, en Túnez y Egipto estas protestas llevaron al derrocamiento de las dictaduras de Ben Ali y Hosni Mubarak, respectivamente. Sin embargo, en el resto del mundo, este movimiento levantó la alerta del uso de internet.
India es el país con mayor número de restricciones de internet a nivel mundial, con 108 privaciones, de las cuales 83 están relacionadas con protestas, según Surfshak. Asimismo, el país asiático fue uno de los primeros en tomar la iniciativa de restringir a TikTok en el país.
Actualmente, China es el país con el mayor número de usuarios conectados a internet, con más de mil millones de personas en 2021, teniendo una penetración del 71 por ciento. De acuerdo con Freedom House, el gigante asiático es el país peor calificado en cuanto a índices de libertad.
Sitios como The New York Times o redes sociales como Facebook o Instagram son inaccesibles en el país porque están bloqueados. No obstante, muchos chinos usan una VPN para poder ver el contenido de occidente, aunque ellos cuentan con plataformas homónimas, por ejemplo Youku o Weibo.
La dictadura de Nicolás Maduro se ha sumado a la restricción de internet para tener un mayor control, en el pasado se han registrado 2 cortes de una duración de 28 horas cada uno. La Asamblea Nacional Constituyente implementó una ley para combatir el odio en internet, pero fue interpretada como un intento de restringir la libertad de expresión en la red. Asimismo, el gobierno usa herramientas como bots y trolls para monitorear y controlar el contenido. Incluso se reportaron casos de bloqueo a plataformas y medios de comunicación.
Tras la detención del ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan, el pasado 9 de mayo, el país empezó a registrar violentas protestas y disturbios. En medio de la crisis, el gobierno pakistaní autorizó desplegar al ejército para frenar las protestas e imponer restricciones al acceso a servicios de internet. De acuerdo con Surfshark, antes de la última interrupción, Pakistán había registrado 12 casos, cinco por protestas, uno por elecciones y seis por agitación política general.