Ciudad de México,
Julia Alós
Crédito foto: ThisisEngineering RAEng vía Unsplash
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la tasa de contribución profesional de los hombres es 1.7 veces mayor que la de las mujeres. Esta cifra, según el Índice de Competitividad Internacional, sitúo a México en el puesto 38 de 43 en inclusión, preparación y salud, y podría mermar el desarrollo de la tecnología nacional.
Semejantes datos formarían parte de un fenómeno que limita fuertemente el posible progreso del área STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Así lo asegura un informe publicado en marzo de 2021 por la organización mexicana Mujeres Unidas por la Educación.
Las estadísticas reflejadas en los estudios antes citados cobran relevancia al considerar una investigación hecha por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En ella, se muestra como existen expectativas familiares más altas conforme al desarrollo educativo de los varones en el campo de la ciencia y la tecnología (33%).
Al margen de esto, solo 12% de las familias encuestadas esperaron que las hijas se desenvuelvan en ocupaciones vinculadas a la tecnología y la ciencia. Además, 38% de las entrevistadas persiguen carreras STEM, pero únicamente el 9% consideraba esa vocación a temprana edad en comparación con 28% de los niños.
Este tipo de situaciones podrían deberse a roles de género que, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), son conductas estereotipadas por la cultura. Gabriela Ramos, subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, explicó a NotiPress que estos problemas pueden influir en las decisiones de las personas de sexo femenino conforme a su profesión.
Considerar los factores previos podría ser relevante para otorgar posibilidades profesionales a las personas de sexo femenino en México y en el mundo. Para llevarlo a cabo, múltiples empresas del mercado científico han hecho esfuerzos para capacitar y retener a las mujeres en el área de la tecnología. Un ejemplo de lo anterior es el evento CódigoX en la Ciudad de México. Este último buscó brindar espacios y oportunidades a mujeres de varias edades en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).