Foto: Patricia Manero (NotiPress)
Ante un panorama editorial cada vez más desafiante, las editoriales independientes están marcando el paso en la producción de literatura de ficción, apostando por autores emergentes y estilos narrativos innovadores que, en muchos casos, logran trascender las fronteras nacionales. Estas pequeñas editoriales han demostrado ser no solo un refugio para la creatividad, sino también una plataforma esencial para que nuevas voces encuentren su audiencia.
En el reciente conversatorio sobre los desafíos de la edición en Argentina, Julia Sabena, directora de Serapis, destacó la forma en la cual el catálogo de su editorial, la cual edita desde la Provincia de Buenos Aires, ha logrado encontrar un público recurrente, tanto en la provincia como en las ferias internacionales. Serapis cuenta con una línea de literatura alemana, desde narrativa de ficción hasta poesía en ediciones bilingües. De igual manera, el público puede encontrar literatura africana y ensayo político.
Hay gente que viene a buscar el último libro de literatura alemana y eso a mí me pone feliz, se va creando un público alrededor de eso. La última feria de editores en agosto de este [2024] convocó en cuatro días a 25 mil personas que visitaron esa feria, que es de todas editoriales independientes", contó Sabena en el conversatorio con acceso para NotiPress.
Judith Wilhem, editora de Calibroscopio, contó como, "en muchos casos, son las editoriales independientes las que publican por primera vez a autores que después se vuelven consagrados, ganan premios internacionales y son traducidos a muchas lenguas". Este es el caso de autores que, gracias a editoriales pequeñas como Bajo la Luna, lograron reconocimiento mundial, como la autora surcoreana premiada con el Nobel, Han Kang, publicada primero en español antes que en inglés.
Asimismo, Wilhem mencionó, tras la pandemia de Covid-19 hubo un renacer en la industria del libro, especialmente en la literatura infantil y juvenil, que también impactó a editoriales independientes. Según datos de la Cámara Argentina del Libro, la literatura infantojuvenil representó el 24% del segmento editorial comercial, llevándose el primer lugar en publicaciones en 2024.
Además, la ficción literaria que surge de estas editoriales no se limita a repetir fórmulas exitosas, sino que explora temáticas y géneros poco convencionales. Vanina Colagiovanni, de Gog y Magog, remarcó la importancia de la bibliodiversidad: "Tenemos editoriales que se dedican exclusivamente a literatura africana o coreana, poesía, ensayo político, y todo eso desde Argentina". Estas iniciativas, según Colagiovanni, han permitido la creación de públicos lectores interesados en géneros y narrativas que antes no tenían una representación visible en el mercado.
Por su parte, Javier Bendersky, editor de Tinta Limón, asegura sobre este tema: "En otros países hay más intervención estatal, pero menos diversidad de proyectos editoriales. En Argentina, la independencia permite una rica bibliodiversidad".
A pesar de la caída en la producción, las editoriales independientes continúan resistiendo, apoyadas por una red sólida de librerías pequeñas y ferias especializadas. "Es fundamental hablar de los desafíos actuales, pero también de cómo las editoriales independientes seguimos innovando y creciendo en tiempos difíciles", indicó Leonardo Rodríguez, editor de Madreselva.
La Feria de Editores, por ejemplo, convocó a más de 25,000 personas en su última edición, demostrando que la ficción publicada por estos sellos sigue despertando un profundo interés entre los lectores. "En ferias y encuentros, vemos cómo nuestros libros encuentran un lugar especial, destacándose por sus propuestas únicas y audaces", concluyó Rodríguez.
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