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Realizar ejercicio antes de dormir generó opiniones encontradas entre especialistas y personas quienes practican actividad física. Mientras algunos argumentan que puede interferir con el descanso, estudios recientes indican que sus efectos dependen de diversos factores, como la intensidad del ejercicio y las características individuales.
La Dra. Aarthi Ram, neuróloga de Houston Methodist especializada en medicina del sueño, afirmó: "Existe evidencia sólida la cual demuestra que la actividad física regular mejora el sueño. Incluyendo la calidad del mismo, el sueño profundo y la sensación de cansancio diurno". No obstante, advirtió que "la mayoría de los adultos estadounidenses no realizan el ejercicio recomendado, y aproximadamente un tercio no duerme lo suficiente".
Según la especialista, la relación entre ejercicio nocturno y descanso no es uniforme para todos los casos. "¿Podría hacer ejercicio a altas horas de la noche provocar un sueño deficiente?", preguntó, para luego responder. "Sin duda es posible, pero dependerá de cada persona: de su cuerpo, de sus comportamientos y de cómo se sienta en respuesta a cambios en esos comportamientos".
Investigaciones citadas por Ram señalan que quienes realizan actividad física con frecuencia tardan menos en dormir, alcanzan un sueño más profundo y dependen menos de medicamentos para descansar. "El ejercicio también ayuda a regular el ritmo circadiano, el ciclo natural de sueño y vigilia del cuerpo", señaló.
El ritmo circadiano puede verse afectado por factores como el jet lag, el consumo de alcohol o cafeína, y trastornos como la apnea del sueño. En algunos casos, el ejercicio nocturno también podría influir negativamente. "La teoría que explica por qué hacer ejercicio a altas horas de la noche puede interferir con nuestro ciclo natural de sueño-vigilia es que no solo puede elevar nuestra temperatura corporal central, sino también nuestra frecuencia cardíaca", explicó la especialista.
Aunque algunos estudios muestran efectos negativos del ejercicio intenso por la noche, otros indican beneficios o ausencia de impacto sobre el sueño. "Es evidente que se necesita más investigación", aclaró Ram. Por su parte, recomendó mantenerse activo según las posibilidades de cada persona: "Los médicos quieren que la gente haga más ejercicio. Depende de cada uno si hace ejercicio por la noche, por la tarde o por la mañana".
Las directrices del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos establecen que los adultos deben realizar al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa. También se recomienda realizar ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos días a la semana.
A pesar de estas recomendaciones, las cifras oficiales indican que solo el 26% de los hombres y el 19% de las mujeres cumplen con estos requisitos. "Un estilo de vida inactivo puede provocar falta de sueño, lo que puede hacer que te sientas demasiado cansado para hacer ejercicio", advirtió la especialista.
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