Foto: Sora Shimazaki en Pexels
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la pandemia de Covid-19 alteró profundamente el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, como indica que las colonoscopías hayan disminuido un 90 por ciento el año pasado. No obstante, pese a la disminución en los exámenes de detección, la gente con cáncer colorrectal antes de los 50 años, una tendencia de la década de los 90, continúa en aumento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer colorrectal afecta a personas mayores de 50 años, pero los últimos estudios muestran un aumento en la incidencia entre la gente joven. En general, la OMS clasifica al cáncer colorrectal como la tercera causa mundial de muerte por cáncer, después del cáncer de mama y el de pulmón. En el mundo, anualmente hay alrededor de 1.9 millones de casos de cáncer colorrectal y 935 mil personas mueren en el mundo por ella.
"La mayor parte del aumento se observa en personas de 40 a 49 años, aunque el 50 por ciento de los pacientes jóvenes con cáncer colorrectal tienen menos de 40 años. Se solía pensar que el cáncer colorrectal era una enfermedad de la vejez. Con el aumento mundial en la cantidad de casos, claramente se ve que hay otros factores que contribuyen a su aparición", comentó para NotiPress Lisa Boardman, doctora gastroenteróloga de Mayo Clinic.
Aunque el 20% de las personas que desarrollan cáncer de colon temprano es debido a síndromes hereditarios, como el síndrome de Lynch, la mayoría de las personas no sufre esto. Sugiere que los cambios en la alimentación, las tasas de obesidad y disminución de la actividad física entre la gente joven podrían ser posibles explicaciones, más no hay una explicación.
Otros factores de riesgo además del síndrome hereditario son antecedentes familiares, alimentación alta en grasa, además de haber sufrido enfermedad inflamatoria intestinal, radioterapia por otros cánceres o diabetes. Entre los síntomas, se incluye dolor abdominal, cambio en los hábitos intestinales, pérdida inexplicable o inentendible de peso, sangre en la defecación o heces de color negro.
Se puede sufrir además cansancio consecuencia de una fuga de sangre en el tumor y derivar en anemia, es decir, la disminución de la hemoglobina que transporta oxígeno en la sangre. Al respecto, la dra Boardman enfatizó la importancia de conocer estos síntomas, pues es poco común que la gente joven se realice exámenes de detección de cáncer y pólipos precancerosos. El propósito de los exámenes de detección es identificar la enfermedad en una etapa más temprana, cuando hay mayor probabilidad de curarla.
El Grupo de Trabajo para Servicios Preventivos de Estados Unidos, ala del Departamento de Salud y Servicios Humanos, recomienda empezar con los exámenes de detección a la edad de 50 años. A algunos grupos, se les recomienda someterse a estos exámenes antes, según sus factores de riesgo. Los afroamericanos, por ejemplo, tienen más riesgo de padecer cáncer colorrectal y se les recomienda empezar con los exámenes a la edad de 45 años.
Si bien la dr Boardman considera que no hay un entendimiento completo de su incidencia en los jóvenes, la alimentación y el ejercicio pueden ayudar a evitar el cáncer colorrectal. "Se sabe que centrar la alimentación en frutas y verduras, reducir al mínimo la cantidad de carnes rojas y procesadas. Además de disminuir la ingesta de alcohol, evitar el tabaco y aumentar la actividad física pueden transformar la salud en general", señaló.
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