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De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Salud Global Barcelona (ISGlobal), los niños más expuestos a la contaminación y con menor acceso a áreas verdes incrementan 62% sus probabilidades de padecer trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Científicos del instituto contrastaron que una mayor exposición a los espacios con vegetación podría reducir hasta en 50% la incidencia del trastorno entre la demografía de 10 a 15 años.
El TDAH es un trastorno de desarrollo cognitivo en las funciones ejecutivas que fue reconocido recientemente por la comunidad científica. Según especialistas, las funciones ejecutivas sirven para que una persona se comporte de manera independiente en la sociedad, y sus mecanismos de adaptación involucran procesos emocionales y de memorización. Anteriormente era considerado un desorden de la personalidad, superable al llegar a la etapa adulta, pero nuevos estudios aluden a un 90% de reincidencia.
Los efectos dañinos de la contaminación sobre niños y adolescentes han sido foco de atención para científicos de Europa desde la década de 2010. Una investigación publicada en el portal oficial de la Librería Nacional de Medicina informó, exposición prolongada a contaminación vehicular en ciudades se relaciona con aumento de hiperactividad y dislexia en adolescentes. El estudio realizado en 4 mil 500 jóvenes alemanes entre 10 y 15 años reportó inflamación en el sistema nervioso como consecuencia de los agentes contaminantes después de una exposición prolongada. Según los resultados, altas concentraciones de compuestos tóxicos provenientes de cigarros y automóviles afectaron el desarrollo neurológico de esta demografía. Lo que desató un aumento en casos de TDAH y padecimientos relacionados.
Según el estudio de ISGlobal, el vínculo entre las partículas contaminantes en suspensión y problemas neurológicos cobró mayor importancia durante la última década debido a las altas emisiones de dióxido de carbono. Aunado a la contaminación, el ruido urbano genera un espacio de estrés para niños y adolescentes, cuya combinación aumentan tanto las probabilidades de TDAH como la severidad de sus episodios. Sin embargo el acceso a espacios con vegetación y áreas verdes podría disminuir hasta en 11% el desarrollo de TDAH según mil 217 casos revisados en la investigación. Matilda van den Bosch, autora de la investigación de Barcelona publicada en la plataforma EurekAlert, informó que es necesario ofrecer áreas verdes para el bienestar de niños y adolescentes. Aquellos en condiciones de mayor precariedad se encuentran predispuestos a generar trastornos de TDAH y otras dificultades asociadas a la inflamación del sistema nervioso.
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