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En México cuatro de cada 10 adultos tienen el colesterol alto, según el Instituto Nacional de Cardiología. Es decir, está formado de depósitos de grasa en las arterias, lo cual provoca un endurecimiento, afectando el flujo sanguíneo.
Lo anterior, contribuye a una gran variedad de problemas de salud, como deficiencias cardíacas, enfermedades arteriales periféricas, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Para reducir el colesterol, se deben de evitar los alimentos ricos en esa sustancia, según algunas creencias.
El doctor Joshua Septimus, profesor asociado de medicina clínica y director médico de la clínica de atención primaria del Hospital Houston Methodist comentó a NotiPress que el colesterol de la dieta tiene un papel menos importante para los niveles de colesterol en sangre. Si bien, los alimentos con colesterol han sido catalogados como villanos desde la década de 1960, la realidad es otra.
Algunos factores que pueden aumentar el colesterol en la sangre son:
- Tomar malas decisiones alimentarias
- Tener sobrepeso u obesidad
- Vivir un estilo de vida sedentario
De acuerdo con el doctor Septimus, no se trata únicamente de la cantidad de grasa que se consume, sino también del tipo de grasas. Existen tres tipos de grasas dietéticas: grasas saturadas, grasas insaturadas y grasas trans.
Las grasas insaturadas son saludables, algunos alimentos que se encuentran en este espectro son los vegetales y pescados. Las grasas trans son muy peligrosas para la salud, pues son los alimentos ultra procesados. En un punto intermedio están las grasas saturadas, las cuales incluyen carnes rojas y blancas.
Dentro de la categoría insaturada están las monisaturada, las cuales incluyen el aceite de oliva y son consideradas las más saludables, detalló el especialista. Asimismo, están las grasas poliinsaturadas que provienen de fuentes vegatales y algunos pescados.
Para reducir el colesterol, o evitar a que suba, el doctor Septimus recomendó a NotiPress evitar las grasas trans. Muchos de estos alimentos cuentan con aceites artificiales que aumentan las cantidades de colesterol en el torrente sanguíneo y desencadenan enfermedades cardíacas.
Justamente cuando se realizó la hipótesis de que el colesterol era malo, las grasas trans estaban en auge en la industria de alimentos, puntualizó el médico. Sin embargo, en la actualidad ya no se encuentran tan comúnmente en alimentos procesados, pues diversos países los han prohibido.
Otro consejo fue limitar los alimentos procesados, lo cual significa evitar una dieta estadounidense estándar. Lo anterior significa desechar las bebidas endulzadas con azúcar, comida rápida, alimentos fritos y congelados, así como bocadillos comerciales. Estos productos contribuyen a los niveles altos de colesterol y al ser calorías vacías, contribuyen al aumento de peso, inflamación y picos de azúcar en la sangre.
La resistencia a la insulina y el colesterol, explicó el doctor Septimus, están relacionados. En ese sentido, si se comen muchos alimentos procesados, el colesterol aumentará.
Por su parte, las grasas saturadas deben de reducirse, pues algunos alimentos proporcionan beneficios a la salud como los huevos, pollo, carne magra, nueces, entre otros. El yogur griego es una fuente de grasas saturadas, pero los cultivos vivos y activos de lactobacilos hace que la salud intestinal se vea beneficiada.
Se pueden reducir los niveles de colesterol al consumir alimentos integrales llenos de nutrimientos y comiendo una mezcla de plantas, pescado y carne. Asimismo, se debe de consumir fibra y los carbohidratos deben provenir de verduras y frutas con índice glucémico bajo.
Además, el médico especialista señaló que se deben de consumir alimentos reales, es decir, verduras, frutas, granos integrales, pescados, huevo y carne. También se deben de evitar sustancias comestibles similares a los alimentos, es decir los ultra procesados; sin embargo, la moderación será clave para cualquier patrón de alimentación saludable.
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