Foto: Iva Rajovi? en Unsplash
Cada vez más las personas en Bélgica se están alejando de la carne e inclinarse a favor de alternativas a base de plantas. Un estudio desarrollado por psicólogos de la Universidad de Bath en Bélgica y la Organización Belga de Bienestar Animal (GAIA) encontraron que la mitad de los habitantes en Bélgica (51%) estaban satisfechos con las alternativas de carne.
Los resultados de la investigación midieron las respuestas de una muestra representativa de mil personas durante 2019 a 2020, resaltan las preocupaciones en torno a la agricultura animal y el medio ambiente. Dos de los factores que está afectando al medio ambiente y que está cambiando las elecciones dietéticas de las personas.
"Sabemos que la producción de proteína animal es un factor clave para una amplia gama de problemas éticos, ambientales y de salud pública", explicó el coautor del estudio Hermes Sanctorum, consultor de GAIA. La investigación surge cuando un informe de Boston Consulting Group predijo que Europa y Estados Unidos alcanzarían el pico de carne en 2025. Es decir, los consumidores favorecerían más las alternativas a base de plantas y otros métodos de producción de proteínas más sostenibles.
Hallazgos adicionales del estudio publicado en la revista Appetite, sugieren no ha habido ningún cambio significativo en las actitudes hacia la carne cultivada. Por ejemplo, proteína animal producida por cultivo celular in vitro de células animales en lugar de sacrificar a los mismos.
Durante dos años, aproximadamente el 40 por ciento de los ciudadanos en Bélgica dijeron que comprarían carne cultivada. Además, las mujeres encuestadas afirmaron que las alternativas a base de plantas eran más atractivas, mientras tanto, las proteínas cultivadas eran más atractiva para los hombres.
Según The Good Food Institute, en su último informe de alto perfil publicado en el Dasgupta Review señaló, las alternativas de productos animales están atrayendo inversores récord. El escrutinio en torno al consumo de carne ocasionó que los empresarios invirtieran más de 3 mil millones de dólares en 2020.
Además de tener un impacto positivo en la dieta de las personas quienes están optando por probar alternativas de proteína animal, también resulta un impacto positivo para el medio ambiente. Comprender el verdadero impacto del consumo de carne en el medio ambiente o la dieta de las personas, requiere investigaciones más completas.
Particularmente, se necesitan realizar más estudios y generar mejores soluciones las cuales tomen en cuenta las distintas realidades locales. A partir de información más confiable, los gobiernos y organismos internacionales quienes pueden actuar mejor para enfrentar los retos ambientales. Es con esta información que no sólo la preferencia por alternativas a la carne podrían ser accesibles no sólo para Bélgica o Europa, sino también en otros países.
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