
Foto: Mayo Clinic
La respiración abdominal, también conocida como respiración diafragmática, representa una técnica natural y eficiente que promueve beneficios significativos para el cuerpo y la mente. De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, este tipo de respiración activa el diafragma, el músculo ubicado debajo de la caja torácica, encargado de facilitar una entrada y salida de aire más profunda y completa que la respiración torácica.
Con el paso del tiempo, muchas personas adoptan la respiración por el pecho, en la cual los músculos entre las costillas y el cuello realizan un esfuerzo adicional para movilizar la caja torácica. Este patrón, aunque útil en situaciones de emergencia o esfuerzo breve, es menos eficiente y puede generar tensión en el cuello, el pecho y las cuerdas vocales. Según el Dr. Richard Crockett, de los Servicios de Inmunología y Alergia de Mayo Clinic, este tipo de respiración puede activar un reflejo de estrés de "lucha o huida", con consecuencias como ansiedad, tos crónica, dolores de cabeza tensionales y sensación de pesadez en el pecho.
Por otro lado, la respiración abdominal fomenta un estado de relajación y calma. Por esta razón, es una práctica central en disciplinas como el yoga y el mindfulness. Investigaciones de Mayo Clinic indican que su implementación regular contribuye a disminuir la frecuencia cardíaca, estabilizar la presión arterial y reducir la frecuencia de episodios de reflujo ácido en personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Además, personas que viven con apnea del sueño o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden experimentar alivio en la sensación de dificultad respiratoria al emplear esta técnica.
El Laboratorio de Respiración Consciente de Mayo Clinic desarrolla intervenciones basadas en la respiración abdominal para promover la autoconciencia y mejorar resultados de salud mediante la biorretroalimentación. Esta herramienta es utilizada en los Centros de Rehabilitación del Dolor de la misma institución, donde se enseña a los pacientes a respirar de manera más eficiente para controlar el dolor crónico.
Aprender o reaprender la respiración abdominal requiere práctica y paciencia. Una técnica sencilla para identificar el tipo de respiración consiste en colocar una mano sobre el pecho y otra sobre el abdomen, observando cuál se mueve al inhalar y exhalar. Si la mano sobre el abdomen sube y baja, significa que el aire está ingresando correctamente a través del diafragma.
El proceso de integración de esta respiración puede comenzar en reposo y avanzar progresivamente hacia actividades cotidianas y físicas más intensas. Tal como señala el Dr. Crockett, "la respiración diafragmática o abdominal no solo es eficiente y poderosa, sino que también es gratuita y no tiene efectos secundarios". La práctica constante permite que esta técnica se convierta en un hábito natural, con efectos positivos sostenidos en el bienestar general.
La respiración abdominal se presenta así como una herramienta accesible y efectiva para mejorar la calidad de vida, al reducir el estrés, optimizar la oxigenación y aliviar afecciones respiratorias. Su adopción no solo favorece la salud física, sino que también aporta beneficios emocionales, promoviendo una mayor sensación de calma y equilibrio.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS