Governor Tom Wolf (WikiCommons: CC BY 2.0) (foto sin cambios)
La aparición de una nueva variante de covid-19, denominada como ómicron, obligó al gobierno mundial a desarrollar nuevas estrategias para regular y prevenir el contagio de este virus. Como parte del plan nacional, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, anunció el 7 de diciembre de 2021 en la conferencia matutina, la implementación de vacunas de refuerzo. De acuerdo con el subsecretario, se seguirán las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con un enfoque principalmente dirigido hacia la población vulnerable.
En agosto del presente año, el subsecretario comunicó que no habría necesidad de aplicar biológicos de refuerzo, sin embargo, recientemente anunció una nueva campaña de vacunación destinada al suministro de dosis adicionales. Los programas dedicados a la administración de la tercera dosis ya están disponibles en Chiapas, Jalisco, Oaxaca, Yucatán, Sinaloa y CDMX desde el 7 de diciembre del 2021. A pesar de esto, López-Gatell reiteró, todavía no hay pruebas que garanticen la eficiencia de las vacunas extra en la población general.
Después de la conferencia matutina, el subsecretario compartió en sus redes la Estrategia Nacional de Vacunación, en donde informa que la dosis adicional puede ser del mismo u otro tipo de vacuna, según su disponibilidad. Esta medida no cumple con los lineamientos estipulados por la OMS, los cuales dictan que todavía no hay evidencias para respaldar la combinación de múltiples vacunas. Únicamente se ha investigado la mezcla entre AstraZeneca con Pfizer o Moderna, la cual resultó ser efectiva, obteniendo los resultados deseados en el sistema inmunológico.
Las naciones están siendo forzadas a generar nuevas estrategias para atender la crisis sanitaria, pero la verdadera problemática, según la OMS, es la desigualdad de inmunizaciones, la cual afecta especialmente a África. Tedros Adhanom, director general de la OMS, recalcó que 80% de las vacunas han sido distribuidas en países de ingresos altos, los cuales representan menos de la mitad de la población mundial. Tan solo 6% de la población africana esta vacunada y de acuerdo con el director general, se aplican 6 veces más vacunas de refuerzo que primeras dosis. Los datos demuestran como los países desarrollados almacenan biológicos en lugar de redirigirlos, esto resulta contraproducente, pues mientras mayor sea la propagación el virus, más tiene la posibilidad de evolucionar.
Incluso cuando la defensa contra la enfermedad leve se limita tiempo después de la vacunación, la protección contra un contagio grave prevalece. Por esta razón, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) concluyó que la dosis adicional no es indispensable. En vista de esto, se sugiere la reducción de aplicaciones de biológicos adicionales, ya que su administración podría generar escasez en las dosis, las cuales deberían de dirigirse a aquellos no vacunados.
Para atender esta emergencia sanitaria adecuadamente, se requiere la reasignación de los excedentes de vacunas provenientes de los países del G20 hacia regiones que todavía no completan el esquema primario. Esta medida es fundamental, puesto a que el objetivo era vacunar al 40% de la población mundial para finales del 2021, no obstante, más de 100 países están por debajo del estimado. Es necesario un plan de acción destinado a solucionar los aspectos principales de esta creciente problemática, el cual tome en cuenta las verdaderas prioridades de la situación.
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