Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Un estudio internacional, codirigido por un investigador de la Universidad de Massachusetts Amherst y publicado en la base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas, identificó estrategias prometedoras para ayudar a las personas a dejar de vapear. Según los resultados, el medicamento vareniclina, utilizado comúnmente para dejar de fumar, y los programas de apoyo a través de mensajes de texto podrían ser métodos efectivos para abandonar esta práctica, especialmente entre los jóvenes.
El profesor adjunto de políticas y gestión de la salud, Jamie Hartmann-Boyce, autor principal del estudio y editor de Cochrane, destacó el crecimiento orgánico de esta área de investigación impulsada por quienes vapean y buscan dejar de hacerlo. "Se trata de un área de investigación que está en sus inicios, pero que está creciendo rápidamente y de forma orgánica a partir de las personas que vapean y piden ayuda para dejar de hacerlo", explicó Hartmann-Boyce.
Los investigadores, entre los que se incluyen Nicola Lindson y Ailsa Butler, del Departamento Nuffield de ciencias de la salud de atención primaria de la Universidad de Oxford, analizó nueve estudios aleatorizados que involucraron a más de 5 mil personas. El objetivo fue evaluar la eficacia de diversas intervenciones dirigidas a quienes desean abandonar el vapeo.
De acuerdo con los hallazgos, los programas de apoyo mediante mensajes de texto, que combinan contenido motivador, consejos prácticos y aspectos relacionados con normas sociales, son efectivos para jóvenes de entre 13 y 24 años. Por otro lado, el medicamento vareniclina, prescrito habitualmente para dejar de fumar, demostró ser potencialmente útil para los adultos que desean abandonar el vapeo. Sin embargo, los científicos enfatizaron que la evidencia sobre ambas estrategias es de baja certeza debido al número limitado de estudios disponibles, por lo que urgen a realizar investigaciones adicionales.
"Las intervenciones que se han probado son similares a las que sabemos que funcionan para ayudar a las personas a dejar de fumar", afirmó Hartmann-Boyce. "Sin embargo, no sabemos si necesariamente ayudan a las personas a dejar de vapear, y por eso es importante que realicemos estos ensayos", agregó.
Un problema en crecimiento entre los jóvenes
Aunque los cigarrillos electrónicos mostraron ser una herramienta efectiva para dejar de fumar, su uso indiscriminado entre personas que nunca consumieron tabaco plantea nuevos riesgos. Muchos jóvenes comienzan a vapear sin antecedentes previos de tabaquismo y pueden desarrollar una dependencia a la nicotina, lo que genera una creciente necesidad de estrategias específicas para este grupo.
Butler señaló que los profesionales de la salud cuentan ahora con una evidencia preliminar sobre algunas técnicas que podrían recomendar a los pacientes. "Con los resultados de nuestra revisión Cochrane, los profesionales de la salud ahora tienen evidencia inicial de enfoques específicos que pueden recomendar, en particular para las personas más jóvenes que desean dejar de vapear", afirmó Butler, quien también subrayó la importancia de continuar explorando otros métodos.
Hartmann-Boyce concluyó asegurando que continuarán realizando revisiones periódicas sobre este tema. De acuerdo con los investigadores, es una revisión sistemática y en constante evolución. Además, buscarán nuevas pruebas todos los meses para actualizar las revisiones. El equipo confía en que llegará a grandes resultados.
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