
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La reciente escalada del conflicto entre Irán e Israel, sumada a la intervención directa de Estados Unidos, encendió alarmas sobre su posible impacto en los mercados emergentes, especialmente en Argentina.
El Parlamento iraní propuso bloquear el estrecho de Ormuz, vía marítima clave por donde transita aproximadamente el 20% del comercio mundial de petróleo. Este planteamiento se da en paralelo a una operación militar liderada por Estados Unidos en territorio iraní, lo que aumenta la incertidumbre financiera global.
Diversos analistas locales coincidieron en que el conflicto podría repercutir de forma negativa sobre activos argentinos y en el índice del Riesgo País. "Un contexto de mayor aversión al riesgo global continuaría condicionando a los activos financieros locales", señaló Gustavo Ber, economista consultado por La Nación.
Además, el especialista advirtió que "la mejora en las valuaciones de los bonos en dólares, además de las acciones de empresas locales, transitaría una pausa, lo que implica que el riesgo país podría demorar su compresión y, así, postergar el regreso al roll-over de vencimientos".
Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, también opinó que las tensiones en Medio Oriente podrían generar un desplazamiento hacia activos más seguros. "Esto impactará en el equity global, y la Argentina no va a ser la excepción", expresó.
Respecto a la situación actual, Camusso agregó: "Las acciones seguirán golpeadas y los bonos, laterales o para abajo, si bien el martes puede haber una apertura de consulta de MSCI para reclasificar al país en 2026".
En esa misma línea, Gustavo Neffa, de Research for Traders, explicó que los mercados no reaccionarían favorablemente. "Creo que ahí tenés una prima de riesgo país que se niega a bajar y que, con esto, obviamente va a seguir sostenida", indicó. Según Neffa, dicho índice se encuentra en 714 puntos y se mantendría en ese nivel durante las próximas semanas.
No obstante, Neffa también señaló un posible efecto positivo derivado del aumento del precio internacional del petróleo. "Estaba un 5% arriba, lo cual es conveniente para el país, porque los hidrocarburos son una parte creciente del comercio exterior y del saldo de divisas", comentó.
Desde Adcap Grupo Financiero alertaron que el encarecimiento del crudo podría generar presiones inflacionarias. "Esto podría traducirse en un menor margen para recortes de tasas de interés por parte de la Fed e incluso en una mayor presión sobre las tasas largas en Estados Unidos".
Javier Timerman, director del mismo grupo financiero, destacó la importancia del tiempo como variable crítica. "Cuanto más tarde en resolverse el involucramiento de Estados Unidos en el conflicto, más van a sufrir los mercados", afirmó. En su visión, esto reduciría la capacidad de países como Argentina para volver a los mercados internacionales de crédito.
Timerman también opinó sobre las motivaciones políticas del presidente estadounidense: "Donald Trump es muy oportunista. Entró a esta guerra porque notó que Irán está débil y que podía obtener una victoria política dentro de Estados Unidos".
Adrián Yarde Buller, chief economist & strategist de Facimex, remarcó que el involucramiento estadounidense ya no es solo logístico. "Estados Unidos se involucró directamente en el conflicto, ya no solo aportando armamento, tecnología y soporte logístico, sino también liderando una operación estratégica en suelo iraní", afirmó.
Yarde Buller identificó dos riesgos clave: la posibilidad de que Irán cierre el estrecho de Ormuz y una eventual reacción de China en defensa de Irán. Aunque este último punto parece poco probable, señaló que cualquier cierre del estrecho generaría un "shock de oferta, con presión inflacionaria global y freno al crecimiento de la economía mundial".
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