El peso argentino pierde flexibilidad ante la volatilidad financiera global

 07-04-2025
Judith Moreno
   
Portada | Argentina
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Volatilidad internacional marca el presente económico y exige una revisión profunda de las estrategias cambiarias en países dependientes del comercio exterior. En diálogo con Infobae, Jorge Vasconcelos, investigador jefe Ieral de Fundación Mediterránea, sostuvo que mantener el peso atado al dólar podría resultar insostenible ante el nuevo contexto global.

Crisis financiera actual, provocada por tensiones comerciales y políticas arancelarias, afecta de forma indirecta a economías periféricas como la de Argentina. Según el especialista, esta situación difiere de episodios previos por su origen comercial, no financiero. "Este mundo no es para un peso atado al dólar, al 1% mensual", afirmó Vasconcelos, aludiendo a la necesidad de flexibilizar los mecanismos monetarios nacionales.

Diversos factores externos complican la estabilidad cambiaria. La caída en los precios internacionales de productos clave, como el petróleo y la soja, incide directamente en las reservas y la balanza comercial. Vasconcelos explicó que el barril de crudo pasó de 75 a 60 dólares, afectando la rentabilidad de proyectos en Vaca Muerta. A pesar de ello, aclaró: "Argentina no tendría con Vaca Muerta problemas de competitividad para exportar y ganar algo de dinero con el barril a 60".

Condiciones impuestas por Estados Unidos, entre ellas aranceles del 10% sobre productos de la región, agravan las dificultades. Exportaciones argentinas, ya debilitadas, encuentran nuevas barreras. Vasconcelos considera que estas medidas amplifican la necesidad de una política monetaria más flexible, adaptada a los vaivenes externos.

Distanciarse de un esquema de tipo de cambio rígido permitiría a la economía responder con mayor agilidad a las fluctuaciones de los mercados internacionales. Vasconcelos advirtió sobre la limitación de una estrategia que no contempla la dinámica global. Las intervenciones pasadas de la Reserva Federal en 2008 lograron estabilizar el sistema financiero mediante la inyección de liquidez. Sin embargo, en este nuevo contexto, ninguna medida inmediata garantiza resultados similares.

Escenarios futuros resultan inciertos, pero el consenso entre economistas apunta a la importancia de mecanismos cambiarios adaptativos. Ajustar el vínculo del peso con el dólar podría proteger sectores clave de la economía nacional frente a nuevos episodios de crisis.

Medidas fiscales y monetarias deben articularse para enfrentar una realidad internacional cambiante. Mientras tanto, expertos como Vasconcelos insisten en revisar las bases del actual modelo de política económica para evitar que la rigidez del tipo de cambio comprometa el desarrollo del país.




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