Ciudad de México,
Patricio Contreras
Crédito foto: @joebiden
Durante la inauguración de la convención nacional demócrata celebrada el pasado 17 de agosto de 2020, se confirmó la nominación de la fórmula conformada por Joe Biden y Kamala Harris para competir en los próximos comicios electorales de Estados Unidos. La campaña, definida con el slogan "Battle for the soul of the nation" (La lucha por el alma de la nación) y un fuerte énfasis en la unidad nacional, se presenta en directa oposición con el republicano Donald Trump, quien busca reelegirse para gobernar un segundo periodo. ¿Pero qué alternativas concretas proponen?
Joe Biden es uno de los políticos con más experiencia en la política de Estados Unidos, pues a lo largo de sus 77 años se desempeñó como senador del estado de Delaware desde 1973 hasta 2009 y como vicepresidente durante la administración de Barack Obama (2008-2016). Kamala Harris, de ascendencia india y jamaicana, fue elegida senadora por el estado de California en 2017. A pesar de haberse postulado en la carrera por la nominación demócrata a finales de 2019, dimitió pocos meses después para unirse a la fórmula de Biden.
El programa propuesto por Biden destaca por su moderación y una alineación ideológica centrista que contrasta con la de demócratas más radicales, como la senadora neoyorquina Alexandra Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, senador que concurso en las primarias promoviendo reformas como el seguro médico universal de pagador único, impuestos progresivos a la riqueza y la condonación de las deudas estudiantiles. Algunas de estas también han recibido apoyo expreso de parte de la misma senadora Harris.
Uno de los temas más polémicos de la agenda pública ha sido la migración. La fórmula adelantó que, de ganar, durante los primeros 100 días de gobierno dará marcha atrás a algunas de las políticas antimigratorias de Trump. Principalmente, restablecer el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), terminar con la separación de familias migrantes en la frontera, rescindir el veto migratorio a países como Irák, Yemen, Siria e Irán, así como aumentar el número de refugiados a los que el país da entrada anualmente, de 18 mil a 125 mil.
Por otra parte, la fórmula manifestó su fuerte oposición a las estrategia trumpista para combatir la reciente crisis económica y de salud suscitada por la pandemia de Covid-19, la cual se ha cobrado 175 mil 204 vidas al 21 de agosto de 2020 y mantiene al país con una tasa de desempleo del 10.2%. Ante esto, Biden prometió aumentar el gasto público orientado tanto a medidas para atender económicamente a los desempleados y sectores vulnerables, como en insumos gratuitos como vacunas y pruebas.
Entre las propuestas concretas, se incluyen la reapertura de la Dirección global de seguridad en salud y biodefensa del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), dependencia fundada por Obama en 2014 con el objetivo de aumentar la vigilancia global de posibles amenazas a la salud. Fue disuelta por Trump en 2018 en un acto que se calificó como una decisión que dejó a Estados Unidos en una posición más vulnerable para enfrentar la nueva pandemia.
Actualmente, las encuestas favorecen a la formula Biden-Harris por un importante margen de 179 votos electorales, concentrando 298 principalmente en los estados de California, Nueva York e Illinois contra los 119 de Trump, indicando que, de celebrarse las elecciones en agosto de 2020, la fórmula Biden-Harris ganaría. A pesar de las amenazas de Trump de aplazar las elecciones, se prevé que se celebren el 3 de noviembre de 2020.