Ciudad de México,
Jorge Cerino
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Un estudio de Charles A. O’Reilly, catedrático Frank E. Buck de Administración en la Escuela de Postgrado de Negocios Stanford, indica, los líderes con personalidad narcisista tienen a dañar o son capaces incluso de destruir a las compañías donde trabajan. Sus conclusiones provienen de analizar la literatura de más de 150 estudios sobre líderes narcisistas.
O’Reilly describe a estos individuos, como personas motivadas por su propio interés; carentes de empatía y de principios éticos. Este tipo de líderes, dice, pueden causar un daño tremendo e incluso ponen en riesgo a las organizaciones o países a su cargo.
Según el doctor O'Reilly, los estudios analizados muestran, los CEO narcisistas suelen ser más propensos a actuar deshonestamente para conseguir sus fines; a cometer fraude y crímenes de collar blanco; a aplicar políticas de evasión de impuestos más agresivas y a cometer abuso de autoridad. También, tienden a ser temerarios en sus intentos de alcanzar la gloria y, aunque a veces lo logran, muchas otras fracasan con terribles consecuencias. Dice, cuando estas personas consiguen acceder a un puesto de poder o cosechar algún éxito, lo ven como una validación de su sentido de superioridad sobre las reglas, lo que los lleva a ignorar el consejo de expertos y a confiar excesivamente en sus propios instintos.
Las empresas suelen sufrir severos daños debido a estos líderes, ya que sus personalidades moldean de alguna forma la cultura de estas organizaciones y los comportamientos del resto de sus trabajadores. Bajo direcciones narcisistas, se suelen silenciar a las opiniones divergentes; la adulación y el servilismo son atributos recompensados, y el cinismo y la apatía no permiten trabajar en propósitos compartidos al imperar una cultura individualista. Después, es difícil revertir estos hábitos.
Para el teniente coronel Joe Doty, doctor en Filosofía, los líderes tóxicos y narcisistas carecen de inteligencia emocional, pues esta implica estar concentrados en los demás, Aunque en el contexto del ejército, el teniente coronel enumera en un artículo sobre este tema, algunas cualidades de los líderes verdaderamente eficaces. Entre ellas, menciona la autoconcienciación, autoregulación, motivación, empatía y las destrezas sociales; cualidades diametralmente contrarias a las de las personas narcisistas en puestos de poder, ya sea en empresas, ejércitos o gobiernos.
De acuerdo a la opinión de O’Reilly, para evitar llevar a personajes así a estos puestos y que una empresa fracase bajo una dirección narcisista,se debe evaluar a los candidatos a altos cargos no sólo a través de cómo se presentan a sí mismos en las entrevistas, ni con sus reportes de desempeño —ellos suelen robar el crédito por el trabajo de otros o falsificar resultados—, sino a través de una consulta a sus pares o subordinados, para conocer la verdadera naturaleza de su liderazgo.